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La viuda de Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna, en 1969, descubrió en su casa un bolso con inesperados 'souvenirs' de viaje: algunos artefactos utilizados por su marido en la primera misión del Apollo.
Poco después de la muerte de Neil Armstrong, en agosto de 2012, su esposa, Carol, consiguió las reliquias en un armario de su casa en Cincinnati (Ohio, noreste de EEUU).
Luego, la viuda envió los objetos al Museo Nacional del Aire y el Espacio, informaron los curadores Margaret Weitekamp y Alex Spencer, a través del portal de la institución.
Después de un examen minucioso de los objetos (una cámara de 16 milímetros, cables, artefactos de seguridad, una lente y herramientas), los expertos del museo determinaron que habían sido traídos en el módulo lunar 'Eagle', que se posó en el mar lunar de la Tranquilidad en julio de 1969, con Neil Armstrong y Buzz Aldrin a bordo. Los artículos deberían haberse quedado en el módulo. Pero, Armstrong, el comandante de la misión, aparentemente decidió conservarlos y los colocó en un bolso blanco.
La prueba de que estos objetos fueron conservados intencionalmente figura en las transcripciones de los intercambios entre los tres miembros de la misión Apollo 11 y la base de control en Houston. Menos de una hora antes de que los astronautas salieran del módulo acoplado al Apollo, después de que terminaran de descargar las rocas y pedazos de la superficie lunar, Armstrong explicó a Michael Collins, según la transcripción: "Tenemos basura que queremos traer de regreso (...), como las piezas del LM (módulo lunar)", cuya cámara fue la que grabó el alunizaje.
Los dos conservadores del museo indicaron que, por lo que se sabe, Armstrong no habló jamás de la existencia de estos objetos y que nadie los vio después de su regreso de la Luna.