Un hombre y dos mujeres acusados de trata para explotación sexual comenzaron a ser juzgados esta semana por un tribunal de Argentina, en un juicio considerado histórico porque es la primera vez que la querellante es una víctima sobreviviente.

La demandante reclama, además, una millonaria reparación económica en el juicio que se lleva adelante en Ushuaia, la ciudad más austral, en la provincia patagónica de Tierra del Fuego, a 3.000 Km al sur de Buenos Aires.

Alika Kinan, de 40 años, que se presenta en la red social Twitter como "sobreviviente del delito de trata y madre de familia numerosa", querella a sus proxenetas por explotarla sexualmente, a los que demanda por un monto de 2, 3 millones de pesos (unos 151.000 dólares).

La acusación alcanza también a la alcaldía de Ushuaia por facilitar esa explotación que ocurrió en el cabaret "El Sheik", un lugar muy conocido en esta ciudad que además de destino turístico es un importante puerto comercial.

El desgarrador testimonio de Kinan, sin la presencia de los acusados, abrió esta semana el juicio. El jueves declaró otra víctima que confirmó las múltiples vejaciones y situaciones de violencia que sufrieron en ese cabaret del que fueron rescatadas en 2012 durante un allanamiento policial.

"Son jornadas intensas y muy extensas. Es un juicio emblemático por la importancia de ser querellante en un delito de trata no solamente contra los proxenetas sino contra el Estado, en este caso la municipalidad de Ushuaia", afirmó Kinan en declaraciones al programa radial Tarde pero seguro de Tierra del Fuego.

- Fachadas -

En Argentina están prohibidos los prostíbulos pero suelen funcionar bajo la fachada de bares y cabarets.

Dar su testimonio ante el tribunal "fue lo más importante en este proceso", señaló Kinan. "Para mí se me fue la vida. Dije lo que tenía que decir. Fueron casi cinco horas".

La víctima advirtió que por la dureza de su declaración "policías entraban y salían de la sala de audiencias porque no soportaban escuchar".

En la semana previa del juicio, Kinan "comenzó a recibir amenazas, presiones extorsiones, llamados y videos. Todos ellos mecanismos para coaccionarla, amedrentarla, avergonzarla, adoctrinarla, callarla y desacreditarla", denunció la Procuraduría de Trata y Explotación Sexual (Protex).

Con una infancia de violencia y abandono, entró muy joven en la red de trata y circuló por varios prostíbulos.

En el proceso están imputados los dueños del prostíbulo, Pedro Montoya (57) e Ivana García (38), así como Lucy Campos, encargada del local (32).

El delito contempla una pena de entre 4 y 10 años de prisión, además de la demanda económica.

- Como una mercancía -

"Es difícil comprender cómo alguien fue sometido durante 20 años sin hacer nada", admitió Kinan. "Durante mucho tiempo, me sentía agradecida y en deuda (con sus proxenetas) porque me sentía cuidada, pero lo que cuidaban era su mercancía, cuidaban su ganado".

La mujer se transformó en "activista abolicionista (del sistema prostibulario) y feminista militante" y fundó la ONG Sappa Kippa (sangre de mujer en idioma yámana, pueblo originario de esa región).

"Solo busco justicia y verdad. Y dejar un mensaje a otras mujeres que hayan pasado por lo mismo", dijo.

Viviana Caminos, de la Red Nacional Alto al Tráfico, la Trata y la Explotación sexual (RATT), lo calificó de un "juicio histórico no solamente en Tierra del Fuego, sino en el país y en América Latina. Son pocos los casos con tanta resiliencia como Alika", destacó.