¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Marcela Toso escriba una noticia?
La vejiga hiperactiva se caracteriza por la urgencia y el aumento de la frecuencia de orinar, con o sin pérdida de la misma.30% deprimidas. Afecciones neurológicas.Toxina botulínica
VEJIGA HIPERACTIVA EN EL 16 % DE LA POBLACION MUNDIAL, OCASIONA DEPRESION EN EL 30% DE LAS MUJERES
La vejiga hiperactiva se caracteriza por la urgencia y el aumento de la frecuencia de orinar, con o sin pérdida de la misma. Genera incomodidad, molestia, en muchos casos vergüenza, y en situaciones severas provoca depresión.
Un estudio canadiense, de la University of Western, Notario, al tiempo que dio a conocer que el 16% de la población mundial sufre esta patología, descubrió que las mujeres que la padecen enfrentan un doble riesgo de sufrir altibajos psicológicos, en comparación con las mujeres que no la tienen.
Además, la combinación de incontinencia con depresión se relacionó con diversos efectos negativos, como estrés, ausencias laborales y más consultas médicas.
Gran parte de las que no acude a su médico por incontinencia y se refiere a ella como goteo, derrame o falta de control de la vejiga, responde a un factor que incrementa las posibilidades de depresión.
30% deprimidas
Según el estudio, el índice de depresión en mujeres con incontinencia es del 15, 5%, en comparación con el 9, 2% de las que no sufren esta condición.
Por otro lado, el índice de depresión sube a 30% en las mujeres entre los 18 y los 44 años con incontinencia.
El trastorno aumenta con la edad y con leve predominio en las mujeres y se considera que muchas de ellas lo viven con un alto impacto en su autoestima, sin concurrir al médico y evitando relaciones íntimas y sociales. Así lo expresó el doctor Gustavo Garrido, urólogo del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, Argentina.
No existe una causa desencadenante, pero mayormente el problema se relaciona con el aumento de edad.
Afecciones neurológicas
No obstante, la vejiga se comporta de modo hiperactivo cuando existen afecciones neurológicas severas tales como traumatismos raquimedulares, enfermedades congénitas de la columna vertebral con lesión de la médula espinal, esclerosis múltiple o traumatismos craneoencefálicos.
En estos casos, la vejiga es incapaz de almacenar volúmenes normales de orina, produciendo su expulsión incontrolada (incontinencia urinaria), lo que perjudica seriamente la calidad de vida de los pacientes.
Toxina Botulínica
La detección y diagnóstico de este trastorno se está haciendo cada vez más frecuente en la práctica urológica. Una de las alternativas más usadas era el tratamiento farmacológico, aunque a partir de múltiples estudios clínicos, un grupo importante de pacientes que no reaccionaban a esta terapia convencional, comenzaron a tener resultados alentadores con la aplicación de toxina botulínica.
“En una primera etapa, el Botox comenzó a utilizarse en cuadros de incontinencia por vejiga hiperactiva neurogénica”, explicó Garrido. “Actualmente, los resultados son efectivos, no sólo en este grupo de pacientes sino en todos aquellos en que habían fracasado otros tratamientos.”
El Botox se aplica también para tratar diversas enfermedades neurológicas que se caracterizan por contracciones anormales de los músculos, como el blefaroespasmo (cierre involuntario de los párpados), la distonía cervical (daña cuello y hombros), el espasmo hemifacial (contracción de párpado y músculos faciales) y la espasticidad en adultos y niños con parálisis cerebral (dificultades en la movilidad y el lenguaje).
Su uso en el campo de la urología sucedió a fines de la década del ´90, cuando en el año 2000 se publicaron las primeras investigaciones de la aplicación de toxina botulínica tanto en el esfínter externo de la uretra como en la vejiga, ampliando de esa manera el espectro de patologías urológicas a tratar.