Desde el principio de la pandemia del COVID-19 comenzó la "carrera por las vacunas" en la que empresas multinacionales farmacéuticas se lanzaron a ofertar sus respectivas inyecciones promocionadas por gobiernos bajo su patrocinio como si fueran la panacea, pero a más de un año del inicio del "pandemonium" ya está de sobremanera demostrado que estas "vacunas express" han hecho más mal que bien, ya sea por su carácter experimental (todas están en fase de prueba) o por el hecho de que la tecnología experimental transgénica de ARN mensajero nunca había sido probada en humanos (e incluso se han saltado la fase de pruebas en animales).

Los jugosos cheques que fluyen de las compañías fabricantes de vacunas hacia las campañas políticas a diestra y siniestra han garantizado que oficialismo y oposición caminen de la manito como novios a la hora de recetarle al pueblo la vacuna más experimental de la historia de la humanidad, pese a los cada vez más recurrentes eventos adversos graves y hasta fatales.

Lo mismo ocurre con los grandes medios de comunicación de la prensa hegemónica, que no son otra cosa que grandes empresas privadas con fin de lucro y por ende no dudarán en promocionar cada nuevo fármaco manufacturado por las empresas farmacéuticas que pagan por la pauta publicitaria de sus canales de televisión y periódicos, por más que los especialistas en inmunología y virología estén alertando sobre el riesgo de efectos secundarios y la inutilidad de las vacunas experimentales a la hora de inmunizar contra el COVID-19. En mayo de 2021 el virólogo francés Luc Montagnier, Premio Nobel de medicina por descubrir el VIH, calificó a la vacunación masiva como un "error histórico" declarando que “Las nuevas variantes son una producción y el resultado de la vacunación. Lo ves en cada país, es lo mismo: en todos los países la muerte sigue a la vacunación”.

Mientras los medios hegemónicos censuraban a los especialistas disidentes, los propagandistas de la inoculación con vacunas experimentales carentes de pruebas a largo plazo nos habían prometido "eficacia del 90%" que hoy se ve refutada en cada país occidental (donde más se consumen las vacunas como caramelos) mientras los mismísimos inoculados caen enfermos en nosocomios pese a estar plenamente vacunados. Estos mismos agentes publicitarios que nos vendieron un discurso de marketing haciendo creer que se trataba de ciencia son los mismos que tildaban de "conspiranoicos" a quienes señalaban efectos adversos tras la inoculación con las vacunas experimentales, que hoy se ven corroborados diariamente por casos trágicos de quienes padecen daños por trombosis, parálisis de Bell, mielitis transversa, cardiopatías, o incluso muertes tras la inyección experimental que nunca fue probada en animales (porque se ve que para los laboratorios los "animales" son el "ganado" que corre a inyectarse gracias al desconocimiento de una cosita llamada consentimiento informado, el cual tanto los gobiernos como los políticos de "oposición" convenientemente desconocen también).

Repasando algunos casos recientes, encontramos que el ex comentarista de CNN Marc Lamont Hill reveló el 30 de septiembre de 2021 haber sufrido un ataque cardíaco producto de una trombosis venosa profunda. Estaba vacunado con las dos dosis y había criticado al basquetbolista Johnathan Isaac de Orlando Magic por su decisión de no vacunarse temiendo sufrir efectos adversos similares. Lamont Hill reveló que los médicos le dijeron que fue "MUY afortunado de no haber muerto", y agradeció la atención recibida en el Temple University Hospital tras el episodio cardíaco post-vacunación.

"La Proteína Spike presente en las vacunas de ARNm provocó coágulos en la sangre del 62% de los pacientes vacunados". - Dr. Charles Hoffe

En otras latitudes, más precisamente en Eslovenia, el gobierno tuvo que suspender la vacuna de Johnson & Johnson tras la muerte de una joven de tan solo 20 años que falleció tras haber sufrido un episodio de coágulos que le provocaron una hemorragia cerebral después de la vacunación. El 29 de septiembre, un día después de la muerte de la joven, se desató una masiva manifestación popular en las calles de Liubliana (capital eslovena) en donde miles de ciudadanos marcharon al grito de "Stop Corona Fascism" (Alto al Corona-Fascismo) en protesta contra las medidas draconianas del gobierno que impone confinamientos e impulsa el "pase sanitario" a tono con la agenda de control poblacional que se instaura como "Nueva Normalidad" en todos los países del mundo capitalista globalizado. Los manifestantes hicieron un minuto de silencio por la joven veinteañera fallecida tras la vacunación, y denunciaron que "ella quiso comprar su libertad" vacunándose con la inyección experimental COVID-19 solo porque el gobierno anunció la obligación del "pasaporte de vacunación" para todos los trabajadores estatales.

José Antonio Campoy, director de la revista española Discovery Salud, informa que "hasta la fecha del 11 de Septiembre, se han registrado 24.256 muertes y 2.317.495 efectos adversos en 27 países de la Unión Europea". La misma editorial indica que el VAERS (Sistema de Notificación de Eventos Adversos de las Vacunas en Estados Unidos) reportaba 14.506 muertos y 88.171 reacciones adversas graves en territorio estadounidense.

Mientras tanto, en el Reino Unido, el periódico londinense The Times titula que "Misteriosamente aumentan los ataques cardíacos por arterias bloqueadas", pero tal "misterio" es resuelto por el equipo de investigación Global Research de Canadá, que informa sobre un aumento del 25% de los ataques cardiacos en Escocia tras la vacunación. Acorde a un estudio realizado por el Dr. Charles Hoffe, la Proteína Spike presente en las vacunas de ARNm provocó coágulos en la sangre del 62% de los pacientes vacunados. Global Research ya había denunciado que la campaña de vacunación contra el COVID-19 es un genocidio que viola el Código de Nüremberg (el cual prohíbe la experimentación con humanos) dado que las vacunas de todas las empresas farmacéuticas están en fase experimental y no se le está informando a los inoculados acerca del potencial riesgo de cardiopatías y muertes, como tampoco se les está entregando documentación legal sobre el consentimiento informado que deberían firmar si aceptan participar de un ensayo clínico de un fármaco que aún se encuentra en fase experimental (con los riesgos que eso implica).

El "Fascismo del Coronavirus" denunciado en la multitudinaria manifestación eslovena coincide con las declaraciones del epidemiólogo argentino Ramiro Salazar, que denunció un "Neo-Fascismo Sanitario" a comienzos de 2020 cuando iniciaron los confinamientos por decreto (inconstitucionales) que hoy se traduce en experimentación con humanos en todo el globo terráqueo con una tecnología experimental de ARN mensajero nunca antes usada en pacientes humanos y ni siquiera probada en animales. Caso similar ocurre en Israel, que tiene el dudoso honor de ser "el país mas vacunado del mundo", y en donde los mismos judíos han denunciado que el apartheid sanitario se asemeja a las leyes de segregación de la Alemania Nazi, mientras que el cardiólogo israelí Yehuda Adler y otros colegas médicos han denunciado un alarmante aumento en las cifras de cardiopatías en pacientes vacunados (los cuales en Israel conforman el 90% de los internados de gravedad en terapia intensiva, todos vacunados con dos y hasta tres dosis).