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El magistrado Alejandro Delint subrayó que aunque el TEDF actuó de la forma "más equitativa y objetiva posible" en los comicios vecinales, es necesario modificar la norma vecinal, electoral y procesal para garantizar justicia en esas elecciones. El objetivo es que en la resolución de casos derivados de comicios vecinales, el Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF) se convierta "mas que en una institución de legalidad -como ocurre en una elección constitucional-, en una instancia de justicia". A 11 días de que los Comités Vecinales y Consejos de los Pueblos tomen posesión, el Tribunal anuló el sábado los comicios en tres colonias y un pueblo, al tiempo que ordenó contiendas extraordinarias. Al respecto, Delint García aseveró en entrevista que pese a las "lagunas" que la nueva Ley de Participación Ciudadana presentó en materia procesal, el TEDF actuó apegado a la norma en la resolución de las impugnaciones contra los resultados de la elección vecinal Ante estos resultados, el magistrado subrayó la urgencia modificar la norma para convertir a esa instancia "en un órgano de justicia ciudadana". Para ello propuso que como parte de la reforma electoral en la ciudad, los legisladores locales incluyan modificaciones a la norma vecinal, electoral y procesal del Distrito Federal, con el fin de garantizar justicia al ciudadano en disputas vecinales de ese tipo. "Desde el punto de vista procesal, hubo muchos agravios infundados e inoperantes porque el esquema de prueba al que nos mete la ley procesal es bajo una lógica de elección constitucional”, expuso. “Se necesitan cambios para que el ciudadano pueda tener una ley que le permita presentar una demanda y tengamos elementos para ser más directos en la impartición de justicia", abundó. El integrante del pleno del TEDF detalló que esa instancia recibió 574 impugnaciones en las que se advirtieron aspectos que no se previeron en la norma; pese a ello, 568 ya fueron resueltos "de la manera más equitativa y objetiva posible". En un número importante de casos se procedió a declarar inoperantes los agravios o se rechazaron por extemporáneos, ante la falta de pruebas o una argumentación correcta de los ciudadanos. Alejandro Delint justificó que el ciudadano no está obligado a conocer toda la dinámica de impugnación legal que se sigue para llevar a juicio una elección constitucional, que es el esquema que se sigue en una vecinal. Por ello, reiteró, "valdría la pena experimentar algunas rutas procesales que permitan al ciudadano tener más cerca aspectos de justicia", toda vez que se trata de "elecciones para ciudadanos y de ciudadanos". El magistrado no descartó que en las cuatro elecciones que el órgano jurídico electoral anuló la víspera, los ciudadanos inconformes impugnen esa decisión en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), antes de que tomen posesión los nuevos comités el 1 de diciembre. Señaló que al órgano aún le quedan seis impugnaciones más por resolver, las cuales deberán estar listas antes de esa fecha para garantizar que el ciudadano que pueda resultar inconforme con la resolución que se dé también pueda acudir a otra instancia superior. El juez electoral agregó que luego de 11 años de no celebrarse una contienda vecinal, los resultados obtenidos en materia de impugnaciones -cuyo número de casos se duplicó con relación a 1999- demuestran que "el ciudadano está más consciente, combativo y más dispuesto a defender sus derechos. Eso es bueno". De igual forma defendió el actuar del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) en la resolución de aspectos no contemplados en la Ley de Participación Ciudadana, como fue el caso de empate de fórmulas ganadoras. Explicó que en el caso de las dos colonias impugnadas por ello, Vista del Pedregal y Ex Hipódromo de Peralvillo, para designar a las fórmulas ganadoras el instituto usó el sorteo, conforme marca la ley; dicha situación es una más de las lagunas de la norma. "Actuó bien y es legal porque no había una disposición específica al respecto. Se dio un empate y no había forma -en la ley- de cómo dilucidarlo y era la manera más equitativa de hacerlo”.