Nacemos, y nos encontramos con un mundo lleno de reglas, de formas de vida y de miles de años amontonados en kilómetros de sabiduría.

Hay mucho y muy organizado nada más llegar a la vida, una familia que nos cuidará, tendremos comida y la supervivencia queda en segundo plano solo tenemos que dejarnos llevar, aunque hay millones de personas que no tienen esa suerte y nacen con la injusticia de nacer en una sociedad en pobreza extrema y llena de violencia, de muerte y de desconcierto. Eso es la sociedad, tiene muchas ventajas, mucha esperanza de vida, miles de herramientas para ayudarnos cada día, pero también, tiene una parte muy negativa y muy cruel para otros seres,  tenemos todo y no tenemos nada.

Gracias a años de evolución de la mente el ser humano domina el planeta, hemos sido capaz de organizarnos en sociedades y de evolucionar y dejar un legado para nuestros descendientes, pero también muchos errores en el camino.

No nacemos con ninguna opción ya que lo decidas o no ees adaptarse o ser marginado, depender de un reloj,   hacer lo que se debe a la hora que nos han marcado, para despertarse e ir a estudiar o trabajar, hacer lo que se considera correcto y ser soldado del ejército del consumo. 

Al formar una familia nuestra obligación primordial es recibir ingresos para ser esclavo de este sistema, pagar todas las comodidades que nos ofrecen, las necesidades básicas y sobre todo las necesidades que nos ha tatuado la sociedad de consumo. Sin embargo nos quejamos, cuando otros que han nacido con otra suerte en el pasado o en la actualidad soñarían con formar parte de esta sociedad. La realidad es que el que esta dentro quiere estar fuera y el que esta fuera quiere estar dentro, solo que los que estamos dentro salimos a una área de descanso de la autopista de vida para quejarnos pero siempre volvemos y otros se quedan en el camino.

Una vez dentro se puede ayudar a los demás, entre todos todo sería más fácil, sino existiera el puro interés para sacar provecho de otros y la avaricia de nuestra especie.

Una opinión de la sociedad

Un mundo totalmente globalizado nos obliga a formar parte del capitalismo, a ser esclavo de cientos de  obligaciones, ese es el precio que tenemos que pagar para el bienestar de la mayoría.

No todo es negativo, tenemos herramientas para destruirnos, pero también tenemos otras para mejorar la sociedad, para ser y hacer felices a todos los seres vivos que también tienen derecho a la vida, paremos un poco del tren de cada día y paremos a pensar solo unos minutos al día en que podemos conseguir.

Cada persona tendría que poder ser libre en su forma de pensar, de amar, de vivir y de soñar pero 

cuando hablamos tanto de libertades es por que aún no las hemos conseguido, seguimos dando pasos, pero siempre habrás más que conseguir, puede que eso esté bien, siempre tendremos objetivos y esperanza y eso es vivir.

Pienso en vivir y dejar vivir en libertad, esa es mi utopía y ojalá algún día en nuestra sociedad se pueda conseguir.

Solo es mi opinión...

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