Por: Tony A. Reyes C. (TONYARC)

La muerte del humorista y productor de televisión Freddy Beras Goico, la madrugada de este jueves, ha enlutecido con gran tristeza a todo el pueblo dominicano, donde, desde, los funcionarios gubernamentales, líderes políticos, artistas, comunicadores y personalidades de distintas esferas sociales han expresado pesar por su partida; gran conmoción, tristeza y consternación por el fallecimiento del comunicador que también la han experimentado los dominicanos residentes en el exterior, los cuales se han expresado a través de las redes sociales, y los periódicos virtuales y/o digitales.

Muchos hombres y mujeres han pasado por este mundo, pero pocos han podido dejar sus huellas impactantes en los demás de manera positiva y entre estos pocos hombres ecepsionales se cuenta hoy FREDYS REYNALDO BERAS GOICO.

“Freddy Beras-Goico era hijo de los señores Angolina Victoria Goico y Máximo Ramón Beras Rojas. Su infancia transcurrió en un hogar humilde y unido que lo sacó adelante junto a cuatro hermanos. Fue criado en una amorosa familia y recibió una buena educación. Durante los años de 1950, su familia huyó de República Dominicana, debido al fuerte régimen dictatorial del mandatario Rafael Leónidas Trujillo y se asentaron en Colombia, donde permaneció por varios años hasta volver a su país natal. Todo esto ayudó para darle forma a su estilo único de comedia, haciéndolo bien conocido en todo el país (WIKIPEDIA)”

Muchos hombres y mujeres han pasado por este mundo, pero pocos han podido dejar sus huellas impactantes en los demás de manera positiva

Hoy se apagó su risa y nos deja con nudos en la garganta, pues es difícil cumplir ese deseo que expresara de ser recordado con alegría, dejándonos solo el legado de una vida ejemplar vivida en defensa de los que menos pueden y el profundo deseo de continuar su labor de denuncia social y entrega a los demás sin mayor interés que experimentar la satisfacción del deber cumplido y el servicio dado.

Confieso hoy que mi manera franca de ser y hablar la debo a ese señor, pues como muchos dominicanos y dominicanas fui de aquellos que no pudimos evitar el toque de su influencia. ¡Adiós Freddy! ¡Dios premie tu sacrificio, ejemplo y entrega!