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A lo largo de estos últimos y turbulentos meses hemos ido dando cuenta de las múltiples consecuencias que la crisis del coronavirus está teniendo para la industria audiovisual. Consecuencias que contemplan en primera instancia rodajes congelados, retrasos de estrenos y golpes de distinta gravedad a la exhibición tradicional, con cines cerrados o sedientos de grandes estrenos mientras estudios como Disney o Warner deciden darle prioridad al streaming . Sin embargo, hasta ahora no nos habíamos planteado cómo podía afectar esto a la cuestión publicitaria, cuyas inversiones millonarias en algunos de los estrenos aplazados una y otra vez han alcanzado escenarios insospechados por culpa de la pandemia.
Es el caso de Sin tiempo para morir , que según recoge The Sun (tabloide británico cuyas exclusivas siempre han de ser valoradas con cierta prudencia) ha tenido que volver a rodar escenas debido al product placement . Es sorprendente, pero no carece de lógica: la saga de James Bond está habituada a promocionar dispositivos de última generación en cada una de sus películas, pero los continuos aplazamientos de Sin tiempo para morir han provocado que estos dispositivos novedosos ya no lo sean tanto. De hecho, y acorde a lo rápido que avanza la tecnología, los que aparecen en el film de Cary Fukunaga ya habrían quedado desfasados, obligando a los reshoots .
Así se lo contaba una fuente anónima a la publicación: "Los detalles sobre los gadgets se mantienen en secreto, pero todo el mundo sabe que James Bond siempre lleva encima lo último. El problema es que alguna de estas cosas eran los últimos modelos cuando empezó el rodaje, pero cuando la película se estrene parecerá que Daniel Craig y los demás miembros del reparto estén usando algo que lleve en el mercado un siglo". Los aparatos afectados por este desfase son, según parece, varios teléfonos Nokia que utilizan los personajes de la película.
"Las grandes marcas tecnológicas quieren que las estrellas tengan sus nuevos productos para ayudar a promocionarlos. Esto significa que algunas escenas van a tener que ser editadas muy cuidadosamente para que sean actualizados", prosigue la fuente. Sin tiempo para morir tiene fijado ahora mismo su estreno para el 8 de octubre de este 2021 (se ha retrasado más de un año de su fecha original, en abril de 2020), y estos contratiempos tienen lugar tanto en el marco de un film ya maldito anteriormente (no olvidemos el rodaje tan ajetreado que tuvo) como en el seno de un estudio al borde del colapso.
Sin tiempo para morir está desarrollada por MGM (siendo Universal su distribuidora en países como España), y ya le ha causado pérdidas millonarias a la compañía con motivo de estos aplazamientos. Hasta el punto de que MGM ha optado bien por ofrecer los derechos de exhibición de la película a cualquier plataforma de streaming interesada (por un precio, 600 millones de dólares, que por ahora nadie está dispuesto a pagar), bien por ponerse en venta a sí misma, esperando que otra compañía pueda hacerse cargo de sus estrenos y disponer de su amplio catálogo. El asunto de los móviles Nokia es, por tanto, un contratiempo menor en comparación con el resto de inquietudes de los productores.
La película supone la entrega vigésimo quinta de la saga de James Bond, contando con Daniel Craig en el papel de 007 por última vez. En su reparto también encontramos a Léa Seydoux, Rami Malek, Ralph Fiennes, Jeffrey Wright o Ana de Armas.