Princesa por accidente

A la aventura francesa además de Grace se sumaron su hermanastra Meg (Leighton Meester) y su gran amiga Emma (Katie Cassidy) quienes llegaron a Paris para pasar una vacaciones inolvidables y retornar totalmente renovadas, las cuales parecen frustrarse hasta que se topan con la millonaria heredera británica Cordelia Winthrop Scout quien por ser idéntica a Grace terminó siendo suplantada a la fuerza para cumplir con una agenda de caridad pero llena de glamour en Monte Carlo.

La complicidad unió a las jóvenes alrededor de los sentimientos encontrados que los demás les expresaban, llevándolas a la conclusión por lo demás predecible, - donde termina por romperse cualquier matiz revolucionario en este estilo - que la superficialidad y el dinero no es importante para ser feliz sino lo que lleva por dentro; rescatándose algunas lecciones personales para cada una de las viajeras, sobre todo Meg quien se constituye como el personaje mejor elaborado de las tres al superar la pérdida de su madre y convencerse de que la vida debe continuar.

Viajes intercontinentales con un posterior cambio de identidad personal que explota a su vez el valor comercial de su actriz protagónica

Los elementos humanos son por demás sencillos y muy comunes para el público al que pretende cautivar el director Thomas Bezucha. El lenguaje de las jóvenes por largas partes es desinhibido con travesuras adyacentes a la trama medular que cautivan al público adolescente femenino con peripecias cargadas de emoción y vanidades finalmente bien recepcionadas por su imaginación.

Una crítica adicional, el título original del film Monte Carlo resultó notablemente mejor que la denominación hispana, puesto que la conversión de Grace a Cordelia no fue definitiva, y por el contrario asumirá las consecuencias de sus mentiras luego de confesar todo con la consecuente ruptura con reciente realidad; y por otro lado, la confusión motor del argumento no fue producto de el azar (salvo el encuentro con la joven británica), todo lo demás se confecciona mediante una manifestación adrede de las jóvenes por no dar eclipsado un viaje resultaba prometedor y supervivir a la frustración frente a la pérdida del bus que las hubiese llevado de gira.

Los elementos humanos son por demás sencillos y muy comunes para el público al que pretende cautivar el director