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Bacteria Clostridium tetani (C.tetani ). Causas, incidencia y factores de riesgo. Síntomas. Tratamiento. Expectativas.Complicaciones. Situaciones que requieren asistencia médica.Prevención. Vacuna
TETANOS: ENFERMEDAD BACTERIANA DEL SISTEMA NERVIOSO
QUE PRECISA TRATAMIENTO INMEDIATO
Es una enfermedad del sistema nervioso potencialmente mortal debida a la bacteria Clostridium tetani (C.tetani ).
Causas, incidencia y factores de riesgo
Las esporas de la bacteria Clostridium tetani viven en el suelo y se encuentran en todo el mundo. En su forma de espora, la C. tetani puede permanecer inactiva en el suelo, pero sigue siendo infecciosa por más de 40 años.
La infección comienza cuando las esporas penetran en el organismo a través de una lesión o una herida. Las esporas liberan bacterias activas que se diseminan y producen un tóxico llamado tetanospasmina, el cual bloquea las señales nerviosas desde la médula espinal a los músculos, causando espasmos musculares severos.
Los espasmos suelen ser tan fuertes al extremo de provocar desgarros musculares o fracturas de la columna.
El tiempo entre la infección y el primer signo de síntomas es de 5 días a 15 semanas, con un promedio de 7 días. La mayoría de los casos ocurre en aquellas personas que no han sido vacunadas de manera apropiada contra la enfermedad.
Síntomas
Con frecuencia, el tétanos comienza con espasmos leves en los músculos de la mandíbula que luego se extienden al tórax, el cuello, la espalda y los músculos abdominales.
Los espasmos musculares de la espalda habitualmente ocasionan arqueamiento.
Algunas veces, los espasmos perjudican a los músculos que ayudan a la respiración, lo cual lleva a problemas respiratorios.
La acción muscular prolongada produce contracciones súbitas, fuertes y dolorosas de grupos musculares, lo que se denomina tetania. Estos episodios pueden provocar fracturas y desgarros musculares.
Otros síntomas abarcan:
Babeo
Sudoración excesiva
Irritabilidad
Fiebre
Espasmos de la mano o del pie
Micción o defecación incontrolables
Dificultad para deglutir
Tratamiento
Antibióticos, más penicilina, clindamicina, eritromicina o metronidazol.
Reposo en cama en un ambiente calmado (luz tenue, poco ruido y temperatura estable).
Medicamentos para neutralizar el tóxico (concentrado de inmunoglobulinas antitetánicas).
Relajantes musculares, como el diazepam.
Sedantes.
Cirugía para limpiar la herida y eliminar la fuente del tóxico.
Es factible que se necesiten el soporte respiratorio con oxígeno, un tubo de respiración y un respirador.
Expectativas
Con el tratamiento apropiado, menos del 10% de los pacientes infectados muere.
Sin tratamiento, una de cada tres personas muere; la tasa de mortalidad para los recién nacidos con tétanos que no han sido tratados, es incluso más alta.
Las heridas en la cabeza o la cara son las más peligrosas. Si la persona sobrevive la fase aguda de la enfermedad, la recuperación por lo general es completa.
Los episodios de hipoxia (carencia de oxígeno) no corregidos, suscitados por espasmos musculares en la garganta, pueden originar un daño cerebral irreversible.
Complicaciones
Obstrucción de las vías respiratorias
Paro respiratorio
Insuficiencia cardíaca
Neumonía
Fracturas
Daño cerebral
Situaciones que requieren asistencia médica
Hay que consultar al médico ante una herida abierta, particularmente si:
se causó al aire libre;
la herida entró en contacto con el suelo;
la persona (niño, joven o adulto) no se vacunó contra el tétanos en los últimos cinco años, ni recibió nunca la vacuna.
Prevención
Es completamente prevenible con una vacuna antitetánica activa; brinda protección por 10 años.
Se recomienda la aplicación de la vacuna antes del primer año de vida, con series de inyecciones de DTPa: una vacuna "3 en 1" que protege contra difteria, tos ferina y tétanos.
La vacuna Td o DTPa se utiliza como refuerzo para mantener la inmunidad con edades de entre 11 y 65.
Los adolescentes mayores y los adultos que sufren lesiones, especialmente de tipo punzante, deben recibir la vacuna de refuerzo contra el tétanos, si ya han pasado más de 10 años de su último suministro.
La limpieza completa de todas las lesiones y heridas, al igual que la eliminación de tejidos muertos o que han sufrido daños severos (desbridamiento), cuando se considere apropiado, puede reducir el riesgo de desarrollar tétanos. Si la persona ha sufrido una lesión externa o de alguna manera que posibilite el contacto con el suelo, se debe consultar con el médico con relación al posible riesgo de sufrir de tétanos.
Muchas personas creen que las lesiones causadas por clavos oxidados son las más peligrosas. Esto es cierto sólo si el clavo está sucio y oxidado, como generalmente sucede. En este caso, es la suciedad y no el óxido la que ofrece el riesgo del tétanos.
Fuente:David C. Dugdale, III, MD, Professor of Medicine, Division of General Medicine, Department of Medicine, University of Washington School of Medicine.