La prensa despierta hoy con la noticia de que uno de los tres teléfonos del chivatazo pertenece al número dos de Rubalcaba, Antonio Camacho, noticia que se dio brevemente ayer por la tarde también en EL Pais.com en lo que es una evidente salida a la desesperada de Rubalcaba ante la cercanía de las investigaciones.

Lo primero que cabe destacar de esta noticia es que no es nueva, ya que en este mismo blog dimos cuenta de la misma hace más de un año, más concretamente el día 27/01/2010. Pero precisamente la aparición del Juez Ruz en el proceso, ha logrado que se abriesen nuevas diligencias sobre este hecho, que de manera irrefutable conduce directamente a quienes ordenaron el chivatazo a ETA desde el Ministerio del Interior.

¿Por qué el mismo PAIS hacía referencia brevemente a esta noticia ayer por la tarde?, pues sencillamente ante este avance en las investigaciones del chivatazo que conducían irremediablemente hacia el Ministerio del Interior, Rubalcaba ha intentado desesperadamente poner un cortafuegos en su número dos, al igual que ya se hizo con anterioridad cuando se investigaba los Gal. Es por ello que el diario de cabecera de Rubalca se ha apresurado a dar una noticia que llevaba ocultando un año, y que sorpresivamente ahora si es del interés del diario del Gobierno que siempre ha negado que el chivatazo existiese, al igual que todos los demás medios afines al PSOE.

En cualquier país democrático a estas horas estaríamos asistiendo a la comparecencia del Vicepresidente del Gobierno y Ministro del Interior que irremediablemente estaría anunciando su dimisión, o en su defecto a la comparecencia del Presidente anunciando el cese fulminante de este individuo.

Por supuesto esto no se producirá en un país en que los ciudadanos están encantados de aguantar todos y cada uno de los palos que les van arreando, y que su grado de aborregamiento llega al punto de no salir a la calle ante un Gobierno que tiene un paro que dobla al de toda la Unión Europea, y que para colmo las investigaciones del chivatazo a ETA conducen a que el Vicepresidente y Ministro de Interior es presunto responsable de un delito de colaboración con banda armada, que sin lugar a duda también lo conocía el Presidente Zapatero.