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Primero, y lo más importante, hay que conocer las razones de por qué dejar de fumar
Estas razones son: mejorar la salud en todos los aspectos (como no tener dolor de garganta, tos, fatiga al ejercicio, infecciones de repetición). Dar ejemplo a los niños y no empeorar la salud de los mismos. Razones de estética, como dejar de tener mal aliento, dientes amarillos, arrugas, etc. También y lo más importante es tener en cuenta que al fumar se pueden contraer varias enfermedades cardiovasculares o empeorar otras como la obesidad; asimismo se tiene más posibilidades de contraer varios tipos de cáncer.
Luego de esto hay que tomar una decisión positiva: "debo dejar de fumar", y en los días sucesivos se deberá realizar esta reflexión cada vez que se tenga ganas de volver a fumar. Tomar esta decisión genera de inmediato una defensa en el ansia por fumar. Es importante elegir una fecha, la cual será un día que deberá asociar al cambio de vida, como un antes y un después.
Una vez que el fumador ha abandonado el tabaco, lo mejor es que no lo vuelva a retomar. La decisión y el abandono de fumar debe ser una elección de pocos días no una decisión poco a poco y en meses. La peor parte está en los tres primeros días, a partir del quinto día el ansia por fumar es menos intensa y más fácil de superar. Para llevar adelante esta etapa será de gran ayuda la dieta. Y tener muy en cuenta que ante el deseo de fumar, se deberá respirar de manera profunda, relajarse, beber agua, masticar chicle, y en caso de presentar insomnio, evitar el café y hacer ejercicio. Si padece estreñimiento, se deberán comer alimentos ricos en fibra, como cereales, verduras. Es significativo destacar que al año de no fumar el riesgo de padecer insuficiencia coronaria será un 50% menor que el de un fumador.
Una vez que el fumador ha abandonado el tabaco, lo mejor es que no lo vuelva a retomar
La dieta va a ser fundamental en el periodo inicial, en el cual deberá comer alimentos ligeros, y dar prioridad a las frutas y a los vegetales, que además de facilitar la abstinencia, aportarán vitaminas C y B. No comer carnes ni pescados fritos o guisados y no comer postres azucarados, ya que el azúcar puede impedir la absorción de ciertas vitaminas que serán fundamentales para estos días (porque mejoran la función nerviosa). Evitar comer condimentos fuertes, mostaza, pimienta, chile, porque producen un aumento del ansia de fumar.
En la siguiente etapa se deberá tomar mucho líquido, entre cinco o seis vasos de agua al día o jugo de frutas naturales o leche. Es importante para eliminar la nicotina y para evitar la ansiedad, además de ser necesario para el sistema nervioso. Hay que evitar rotundamente tomar café o té, ya que son estimulantes del sistema nervioso y generan más ansiedad de fumar. Tampoco hay que tomar alcohol.
Es bueno darse frecuentes duchas y baños durante la primera semana, ya que la piel es un órgano excretor y por ello el estimular mediante el agua esta función ayudará a pasar la abstinencia y limpiar de nicotina el cuerpo. Asimismo, hay que aumentar la inhalación de oxígeno, realizando inhalaciones profundas de aire, en momentos de ansiedad y sobre todo después de las comidas. Hay que moverse y pasear sobre todo después del almuerzo o la cena. Por último, y quizás lo más relevante, es la ayuda exterior. Se puede contar con familiares o amigos que apoyen en el objetivo.