¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Alfonso Martínez Pretel escriba una noticia?
Somos esclavos de una negación que llamamos no aburrimiento y que no es más que un poso del tiempo por un té que no se vertió en la taza del intelecto. Pero ese vacío tiene un sabor que amarga el proverbio de que a sorbos muy lentos crece el deleite y sensación de los momentos disueltos. Puede probarse con el amor cuando se consume el enamoramiento y la bergamota de la pasión ya no produce su usual efecto al degustar la infusión de las hojas fragantes del cuerpo. También con la profunda razón destilada en cada instante nuestro que vivimos bebiendo una realidad sin dulzor que creemos libre sin serlo. Pero la vida es siempre emoción, aunque la menta mustia del tedio nos deje tan absurdamente sedientos, que necesitemos servirnos una acción del agua que no merecemos.