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Siete años después de su último álbum The Strokes vuelve a la escena musical con un álbum sólido, que posee un sonido impecable y recuerda, en varios sentidos, a los primeros álbumes de la banda, con ese sonido tan característico del garage rock y el indie rock
Pocos recuerdan, allá por el 2001, cuando una desconocida banda de Nueva York sorprendió al mundo con un álbum puramente garage rock cuando todo el mundo creía que el género estaba en sus últimos días. Sin embargo, Is This It sorprendería para bien y se convertiría casi que un clásico instantáneo de la música entrando a los años 2000, donde reinaba el pop a base de sintetizadores y las grandes estrellas. Con su arriesgada apuesta por los riffs de guitarra claros y canciones cortas pero pegadizas, Is This It se convertía en lo que muchos llamarían como el ''salvador del rock''.
19 años después, con cuatro álbumes a sus espaldas (una discografía más que sólida, con sus puntos altos y otros nos tantos), un EP y proyectos musicales alternativos de varios miembros de la banda (The Voidz, la banda de Albert Hammond Jr., Nickel Eye), the Strokes vuelve para comerse a la escena musical del 2020 con un sonido que, si bien recuerda mucho a sus primeros trabajos, renueva momentos que son clave para sus canciones. Este es The New Abnormal el nuevo proyecto de The Strokes que salió al mundo el 10 de Abril de este año.
La banda ya comenzaba a realizar pequeños teases de sus canciones bastante antes de sacar el álbum completo. En varias de sus giras tocaban The Adults Are Talking o Ode to The Metz para renovar la esperanza de sus fanes de poder escuchar nuevo material de la banda pronto. Sin embargo no se detuvieron allí. Progresivamente fueron sacando singles que no harían más que impacientar al fan más acérrimo de la banda para poder escuchar su nuevo material. At The Door, Bad Decisions y Brooklyn Bridge to Chorus fueron los singles que las bandas traerían a la vida antes de publicar su álbum completo. Primero, soprenderían al mundo con At The Door, una semi-balada con grandes sintetizadores en el fondo y un Julian Casablancas que canta alternando una potencia desgarradora con una calmada voz a lo largo de toda la canción. La recepción de la canción, a pesar de que se desviaba de lo que el típico fan de la banda esperaría de ella, fue positiva. Despúes, Bad Decisions, una canción que si recuerda un poco más a esos Strokes ''clásicos'' con una progresión en 4 cuartos y unas guitarras coloridas al frente del tema (además recuerda bastante a la canción Dancing With Myself de Billy Idol), lo que hizo que el tema fuese bien recibido por los fanes. Por último en esta triada de singles, Brooklyn Bridge to Chorus, quizás la canción más genérica del nuevo trabajo de la banda, pero que aún así no se abstiene de tener momentos interesantes como los sintetizadores vibrantes que suenan durante toda la canción. Lo que más decepciona de la canción es la letra, la cual aparece como relleno del álbum.
Simple, arriesgado, pero efectivo. The New Abnormal, quizás pase, con el tiempo, a ser uno de los álbumes más sólidos de lo que ya era una sólida discografía por parte de la banda
The New Abnormal contiene 9 canciones, y una duración de aproximadamente 45 minutos, una apuesta rara y poderosa teniendo en cuenta la edad de singles y álbumes llenos de ellos que reinan hoy en día. El álbum comienza con The Adults Are Talking, mi preferida del álbum, una poderosa canción con guitarras y bajos vibrantes que suenan a lo largo de la canción, solos entre las guitarras de la banda (que parecieran tener un pequeño juego entre sí, interrumpiendose y cortando entre ellos, quizás remitiendo al título de la canción, dos adultos que hablan entre sí), un Julian Casablancas que canta con su corazón, una típica cancion Strokes. Sigue Selfless, una canción un poco más lenta y menos ruidosa, pero aún así no menos fantástica. La voz de Casablancas se escuha impecablemente clara alrededor de las guitarras de tonos bajos, un uso perfecto de unos sintetizadores en el fondo de la canción y un bajo que resuena con potencia en momentos específicos. Luego, Brooklyn Bridge to Chorus y Bad Decisions de las cuales ya se han hablado. Quinta, Eternal Summer, de una duración de 6:15, una duración no sólo extraña para estándares de The Strokes (las canciones de sus anteriores álbumes oscilan entre los 3 y 4:30 en promedio aproximadamente), sino para los estándares del álbum en sí. Y aun así se pensaría que esta duración no le sentaría bien a la canción, pero nada más alejado de la realidad. La canción posee trancisiones entre guitarras, bajo y sintetizadores a lo largo de toda la canción, acompañados con una hipnótica voz de Casablancas. Es quizás su canción más psicodélica hasta el momento. Siguiente, los hermosos sintetizadores de At The Door. Séptima, Why Are Sundays so Depressing, una canción que tranquilamente ppodría haber salido en la era pre 2010´s de los Strokes (por su duración, la voz de Casablanca y las guitarras que suenan en el frente del tema), de no ser por la ttransición al estribillo devenido por una gran barrera de sintetizadores alrededor de la misma. Anteúltima, Not The Same Anymore, una bella balada que es, quizás, uno de los puntos más flojos del álbum, principalmente porque ya a esta altura del mismo parece ser que la banda desplegó ya todo su arsenal y la canción se alarga demasiado llegando al final (dura también sus buenos 5:37). Pero eso no la detiene de tener sus momentos bellos: los sintetizadores que, contrastados con los de anteriores canciones, acompañan magnificamente en el fondo de la canción más que aparecer al frente de la misma, la voz típica rasposa de Casablancas y arpeggios de guitarra que deleitan al oído. Finalmente, Ode to The Metz, con una larga duración de 5:51, pero que valen cada segundo de la escucha del oyente. La canción comienza con una transición de unos deliciosos sintetizadores que abren el paso a las guitarras y la calmada voz de Casablancas, el cual introduce él mismo a la batería de la canción. Con una progresión de verso-estribillo, la canción llena de regocijo los oídos de aquellos que la escuchan para pasar a un hermoso puente que cierra delicadamente la canción y, con ella, el álbum.
Simple, arriesgado, pero efectivo. The New Abnormal, quizás pase, con el tiempo, a ser uno de los álbumes más sólidos de lo que ya era una sólida discografía por parte de la banda. Solo con algunos momentos que trastabillan (quizás por decisiones de producción o post-producción), el álbum es una excelente compilación de canciones que hablan de lo más escencial de la banda, combinando su clásico sonido de guitarras con un sonido más moderno de sintetizadores. Si bien el álbum no parece tener un hilo conductor entre canciones, o una temática aparente alrededor de él, uno no generalmente no esperaría esto de los Strokes. Aún así si esperaría lo que nos trajeron en esta entrega, una solida compilación de canciones que demuestran que, 19 años después de su clásico Is This It, The Strokes se afianza como una de las mejores bandas del rock actual.
8.5/10
Jean-Michel Basquiat, "Bird On Money", 1981. Obra que utiliza la banda para la portada del álbum.