Jesús aprovechaba cada circunstancia para enseñarnos, en este caso la llegada de su madre y sus hermanos lo hace propicio para mostrarnos quienes somos para el.

Jesús vino para salvarnos pero no solamente eso sino para mucho más, para hacernos miembros de su familia, una buena e interminable familia como debe ser.

Nadie duda que esta vida es bastante dura, pero es nuestra escuela para conocer el bien y el mal en todas sus formas, después, cuando llegue el momento, iremos al Reino de los cielos, donde desaparece toda la dureza de esta vida. -

Hacer la voluntad de Dios es ir conociendo a nuestro Padre, todavía desconocido, la vida de Jesús nos muestra a un Dios incomprensible para nuestro criterio humano, pero ya no podemos dudar de que Dios es increíblemente maravilloso.

Marcos 3: 31 - 35

31 Llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a llamar.

32 Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.»

33 El les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?»

34 Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.

35 Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»