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Es lógico que ante el panorama que creemos que se avecina para el próximo año la mayoría de las personas estén nerviosas, agitadas. Si te sientes nervioso, aquí te brindo un poderoso ejercicio combinado de meditación para que goces de tranquilidad y dicha
Muchos problemas y pocas soluciones ha sido la característica más notable de este año que termina.
Es lógico que ante el panorama que creemos que se avecina para el próximo año la mayoría de las personas estén nerviosas, agitadas.
Es como si una sensación de que el peligro mayor aún no ha pasado permaneciera y esto hace que, en algunas ocasiones, aumente el ritmo cardíaco, se acelere la respiración y se incremente las preocupaciones sobre qué es lo que será.
Estoy seguro que no quieres pasar este fin de año y continuar el siguiente en este estado.
Estoy convencido que quieres que tu bienestar sea genuino y no solo sea una fachada que esconda tu agobio interior.
Para eso te tengo esta propuesta de un poderoso ejercicio combinado de meditación que se utiliza para que tu mente y tu cuerpo gocen de tranquilidad y dicha.
El nerviosismo es ante todo tensión mental que se refleja en el cuerpo a través de movimientos repetitivos como: retorcerse el cabello, zapatear, mover rítmicamente la pierna, hurgarse en las uñas, etc.
Estos rituales a pesar de que brindan una sensación de desahogo ante la situación que nos agobia, en realidad aprisionan más a la mente cayendo en un círculo vicioso y automático del que a veces no somos plenamente conscientes.
Pero debes saber que el nerviosismo que experimentas no procede de los estímulos que te rodean, ni de las situaciones que te acaecen, sino de tu actitud hacia ellos.
Si tu disposición es a alterarte, a perturbarte ten por seguro que donde quieras que vayas siempre habrá motivos para sentirte nervioso, aun cuando haya completo silencio a tu alrededor, ese silencio será una causa de nerviosismo.
Muchas veces lo que sucede es que tienes muy arraigada la creencia de que no puedes con el nerviosismo.
Esa creencia se puede reforzar por el hecho de que posiblemente hayas intentado quitar de tu vida al nerviosismo y todo ha sido en balde.
Un cliente una vez me comentó:
“Mi nerviosismo es hereditario. Mi abuela era igual que yo, se angustiaba con facilidad. A mi padre, la mayoría de las veces, le pasa lo mismo y ahora estoy observando que mi hija reacciona de igual manera”
¿Es cierto eso?
¡No!, el nerviosismo es aprendido. Nadie nace nervioso. Y lo interesante es que como mismo lo aprendiste, lo puedes desaprender.
Para poder lograrlo te propongo que practiques el siguiente ejercicio.
EL EJERCICIO.
Siéntate y trata, aunque sé que es difícil, de comprometerte con realizarlo hasta el final.
Te digo esto porque en medio del ejercicio puede ser que sientas desespero, ganas de terminarlo, que no lo logras, que no es para ti. Todo esto lo puedes sentir, pero te aseguro que sus resultados son estupendos si lo haces hasta el final y lo haces cada vez que tu mente se abarrote de pensamientos y te sientas que no puedes con la situación que tienes, ¿de acuerdo?
Sentado cómodamente comienza a respirar lenta y profundamente. Haz que tu espiración (soltar el aire), sea más prolongada en el tiempo que tu inspiración (el tomar el aire).
Mientras más luches contra el nerviosismo, más nervioso te tornarás
De hecho, no te ocupes en inspirar y solo suelte el aire hasta que te quedes literalmente sin él. Verás que la inspiración llega automáticamente.
Solo con eso irás experimentando que te vas tranquilizando, pero no te quedes ahí.
Una vez que tu respiración se hace lenta y profunda (y cómo te dije dándole más tiempo a la espiración que a la inspiración), cierra los ojos y deja que tus dos ojos se queden quietos mirando el lugar que tienes entre las dos cejas.
Cuando tus ojos estén quietos observando ese lugar, imagina que colocas a tu mente en ese lugar y la comienzas a observar.
Fíjate, lo importante es que observes a tu mente y no a los pensamientos que están dentro de tu mente. Observa a tu mente como si ella estuviera limpia y vacía completamente de todo pensamiento.
Continúa respirando como te indiqué mientras sigues observando a tu mente colocada entre tus dos cejas.
UNA ADVERTENCIA IMPORTANTE:
No permitas ser manipulado por tu mente, es decir, no emplees lenguaje alguno, ni con palabras, ni con valoraciones, ni con juicios, porque una vez que lo hagas los pensamientos entrarán en tropel y te será difícil continuar con el ejercicio.
Persiste sin importar cuántos pensamientos vengan a tratar de distraerte. No le prestes atención a ningún pensamiento y solo coloca toda tu atención en tus dos ojos observando a tu mente limpia y vacía como un gran cielo sin nubes, como un gran espacio libre de todo.
Haz que tu mente se expanda hasta convertirse en un gran espacio. Es como si tu mente estuviera expandida al infinito del universo a la vez que ilumina todo el cuerpo.
¡Experimenta esa sensación!, ¡Permanece en esa sensación todo el tiempo que puedas!, ¡Siente, siente, siente...!
No te entretengas en averiguar qué está pasando contigo, ten una plena confianza en el ejercicio y abandónate a esta práctica tantas veces como puedas hasta que vayas creando un hábito.
Y una última advertencia: En mi país hay un dicho popular que dice que la gente piensa en Dios solo cuando truena. Y así mismo pasa con la práctica de este ejercicio.
Casi siempre las personas recurren a él cuando se sienten ansiosas o nerviosas, pero esos son los momentos menos apropiados para realizar el ejercicio.
Deberías practicarlo siempre, priorizando también los momentos en que te sientas bien y con bienestar.
RECUERDA ESTO:
Mientras más luches contra el nerviosismo, más nervioso te tornarás. Solo dale una oportunidad al ejercicio, deja que él tome el mando y actúe por ti.
Con la práctica sistemática, la experiencia se irá haciendo más profunda y te irá acercando al disfrute de la madre de todas las experiencias.
De esta manera, llegará un momento en que ya el nerviosismo no será parte de tu vida y lo habrás desterrado como creencia y como experiencia.
Te deseo una feliz Navidad y que este ejercicio ayude a potenciar más a tu mente para que disfrutes en lo que resta de este año (y en el venidero), de paz, bienestar y salud mental.
Por favor, hazme conocer tus comentarios al respecto y comparte lo más que puedas esta información. Acredito que es un valioso regalo para ofrecer en este fin de año.
El nerviosismo que experimentas no procede de los estímulos que te rodean, ni de las situaciones que te acaecen, sino de tu actitud hacia ellos
MUCHAS GRACIAS.