Los "Pinocho 2014" que sancionan el impacto ecologista o social de las grandes empresas fueron atribuidos este martes por varias organizaciones del sector a la petrolera Shell, a la compañía de energía GDF Suez y a la multinacional de la electrónica Samsung.

La categoría "Uno para todos, todo para mí" se la llevó la holandesa Shell por su explotación del gas de esquisto, "salvo en Países Bajos, su país de origen, sometido a una moratoria" señala en un comunicado la organización Los Amigos de la Tierra, junto al Centro de investigación e información para el desarrollo (Crid) y Pueblos Solidarios.

"Esta multinacional, como las otras grandes empresas petroleras, alardea de llevar a cabo sus operaciones respetando 'principios ambiciosos' pero la realidad sobre el terreno, sobre todo en Argentina y Ucrania, es muy diferente", aseguraron las organizaciones.

El premio "más verde que el verde" para la campaña de comunicación "más mentirosa" fue atribuida a la francesa GDF Suez, para sus emisiones de deuda "ecológicas", que según las organizaciones medioambientales no no se concretan en ninguna lista de proyectos.

Finalmente el tercer premio, "Manos sucias, bosillos llenos" es para la surcoreana Samsung y "las condiciones de trabajo indignas" de sus fábricas en China.

Shell replicó a su premio con un comunicado en que aseguró que la explotación del gas de esquisto se realiza con cinco criterios para minimizar el impacto ecológico.

Samsung reafirmó su compromiso contra el trabajo infantil, y GDF Suez aseguró que sus emisiones verdes están supervisadas de manera independiente y que financian proyectos ecologistas.