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El sector ferroviario francés afronta este lunes su sexto día de huelga, sin visos de solución, por una reforma para reagrupar a las dos entidades que gestionan los trenes en Francia y que el Parlamento examinará a partir del martes.
La reforma es "imprescindible" y esta huelga "no es ni útil ni responsable", declaró el primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, en la radio, señalando que está afectando a los estudiantes franceses que se presentan hoy a su examen para validar sus estudios de secundaria.
Según los sindicatos que convocaron la huelga, que afecta a trenes de cercanías, nacionales e internacionales, "la responsabilidad es enteramente del Gobierno y de la SNCF", la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses.
Este lunes, uno de cada tres trenes viajaban hacia España e Italia y uno de cada dos a Suiza. A nivel nacional, salía uno de cada tres trenes de alta velocidad hacia el este y sureste y uno de cada dos hacia el norte.
El gobierno de François Hollande sigue considerando necesario realizar la reforma que prevé reagrupar las dos entidades ferroviarias, la SNCF y la RFF, que se encarga del mantenimiento y la gestión de la infraestructura ferroviaria, para estabilizar la deuda del sector (44.000 millones de euros) y preparar la apertura a la competencia.
El presidente de la SNCF, Guillaume Pepy, dijo este lunes que el coste de la huelga "ya es de 80 millones de euros", entre lo que se deja de ganar por los trenes que no circulan y las indemnizaciones a los viajeros.