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Segunda parte: Democracia versus marxismo

06/09/2012 06:30 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Generalmente gobernantes que iniciaron períodos gubernamentales con discursos pretensiosamente a favor de todo el pueblo, con el tiempo revelan una realidad exclusivamente discursiva populista y demagógica

Se ha dicho, que el costo para el logro democrático verdadero es muy alto , tan alto que se convierte en un lujo social, solamente viable a las naciones con economías solventes. Pero un comienzo válido al desarrollo nacional democrático, es un ámbito social basado en doctrinas y políticas gubernamentales que no originen agitación o polarización social , evitando los antagonismos extremos que puedan desembocar en la aniquiladora confrontación armada entre hermanos, y que más bien, propicien la confraternización social y el enfocamiento de todos los ciudadanos en culturizarse más, en lograr la mayor eficiencia y productividad en todas las ramas de la economía, en la innovación y en la mejora de los negocios particulares; y sobre todo, en no olvidarse del Dios Todopoderoso, ese que ha creado con el poder infinito de su mente, todos los universos paralelos, de tal forma que las realidades creadas por El, sobrepasan el alcance imaginativo de la mente humana.

En este sistema estatal óptimo, toda nueva desviación social de los ámbitos socio-políticos y económicos equitativos logrados, deberá corregirse, no de forma impositiva, eludiéndose al máximo los métodos violentos o “revolucionarios”, más bien contemplándose estos como ultima acción. Las vías del consenso y la maduración social, son las más apropiadas formas metodológicas resolutivas y serán cada vez más recurrentes y eficaces según la magnitud de la culturización política ciudadana y según el tiempo de recorrido democrático en creciente mejoramiento del sistema político . Además los sistemas democráticos tradicionales deben actualizarse de tal forma que no haya cabida a proyectos dictatoriales vengan de donde vengan (de izquierda, centro o derecha), legalizando la posibilidad inmediata y sin muchos artificios jurídicos de destituir a los líderes políticos oportunistas, y, de corregir a la brevedad y desde la raiz, todo inicio desvirtuado o torcido hacia sistemas antihumanos, totalitarios o autocráticos.

Algunos planteamientos teóricos de Muammar El Gadhafi, autollamándose “socialista” o “demócrata”, en su Tercer Teoría Universal y plasmados en su obra “ El Libro Verde ”, parecen desechar la alternativa “revolucionaria” cuando expresa: “ Por mucho que sean consecuencias de la existencia de una situación anterior no democrática, la violencia y el cambio por la fuerza son, en sí mismas, actos no democráticos. Una sociedad que gira aún alrededor de este axioma es una sociedad retrasada.

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Pero, ¿hasta que punto este desvirtuado socialista, marcó una pauta democrática en el Sistema Político implementado por él mismo en la nación libanesa? Cuando contradictoriamente en tiempos iniciales de su particular socialismo , Kadhafi estuvo colaborando en la planificación, ejecución y financiamiento a movimientos “revolucionarios” y terroristas, derramadores de sangre inocente con el consecuente luto y sufrimiento social. Posteriormente Gadhafi, pretendió acallar el repudio internacional y la condena de los familiares de las victimas de su terrorismo, indemnizándolos. El terrorismo, es lo más repugnante, injustificable, imperdonable, e inhumano que cualquier líder o grupo doctrinal pueda realizar contra la vulnerabilidad de cualquier pueblo del mundo, especialmente en perjuicio vital de aquellos civiles al margen de los conflictos.

Los gobiernos democráticos del mundo entero, deben forzosamente unirse y buscar la mejor manera de destruir aquellos estados terroristas, aún mediante el necesario y justo uso de sanciones internacionales, el de la intimidación y hasta el de las acciones armadas conjuntas con organismos mundiales o regionales. No queda otra alternativa que la respuesta multilateral y multinacional hasta las máximas consecuencias, ante un destructor fundamentalista, enemigo insidioso e incisivo de toda sociedad contraria a su religión y sistema político, en una confrontación impostergable de parte de las naciones democráticas, valientes y decididas en contra de una peste política y social.

Los sistemas democráticos tradicionales deben actualizarse de tal forma que no haya cabida a proyectos dictatoriales vengan de donde vengan

No se puede postergar la destrucción definitiva del terrorismo y de la delincuencia organizada internacionalmente, las potencias democráticas poseen el poder económico, político y militar para efectuar esta acción en bien y tranquilidad de todo el mundo; no podemos permitir que líderes nacionales de gobiernos como el de Irán, desarrollen la energía nuclear cuando, todo el mundo deduce las intenciones siniestras del líder político gubernamental iraní, Mahmud Ahmadineyad , confabulado con gobernantes de otros países integrantes del eje del mal internacional. En este tipo de sociedades con muchos años de permanencia en ambientes sociales guerreristas y ultra religiosos, sus integrantes no dudan en aportar "heroicamente" sus propias vidas en aras de satisfacer los planes de sus líderes políticos y religiosos, poseídos por espíritus malignos.

Esto no es una apología de la violencia, pero es que, cuando el enemigo ataca letalmente, solo es posible defenderse efectivamente evitando ser destruido, repeliendo tal agresión en proporción a los instrumentos y métodos de agresión del enemigo, nuestra supervivencia dependerá de nuestra respuesta. No podemos permitir que nuestras sociedades sean destruidas por nuestra negligencia u omisión. La delantera en las acciones debe ser iniciativa de las naciones democráticas más poderosas del mundo, en una alianza de hierro, vigilante y dispuesta a actuar prontamente. La razón y la justicia están de parte de estas.

En este tipo de escenario político, el uso de la coerción violenta internacional, es legítima, racional y apropiada. ¿O es que, se seguirá permitiendo que los estados terroristas sigan valiéndose del genocidio y el asesinato en masa de inocentes, y los demás estados, sigan impávidos y vacilantes ante tanta monstruosidad descarada y latente? Es aquí, donde las organizaciones multinacionales, regionales y mundiales (ONU, OTAN, OEA, etc.), podrían jugar un papel decisivo, mediante una renovada y pragmática filosofía funcional, que les permita ser más raudas, decididas, eficaces y contundentes, acuerpando a las naciones en el golpeo, neutralización y eliminación de aquellas estructuras terroristas, narco-dependientes o antidemocráticas.

En esto, no cave ningún tipo de indulgencia o amnistía, sobre todo en relación a delitos internacionales de genocidio o lesa humanidad. Debe existir el temor real de los jefes del terrorismo y del crimen internacional organizado, de ajusticiamientos legales por parte de los países afectados directamente por este accionar, así como también, igual temor de los líderes políticos antisociales, de Presidentes, Jefes de Estado o jerarcas gubernamentales, a ser enjuiciados y penados por marcos jurídicos nacionales e internacionales acordes con realidades contemporáneas, o a ser destituidos oficiosamente por iniciativa legal de los otros poderes estatales en cualquier etapa de su período funcional público, de ahí la importancia del Estado de Derecho en democracia. Si los líderes del mal internacional se alían y unen esfuerzos, ¿por qué, las potencias y naciones a favor del bienestar nacional e internacional no se unen de una vez por todas en contundente frente de lucha? Dejar esta decisión y expresión combativa para más luego, podría ser demasiado tarde. Acometan este esfuerzo y plan con “todos los fierros” como se dice popularmente en mi amada Nicaragua.

Ya es hora de entender que ninguna minoría oligárquica de cualquier tendencia política (de izquierda, centro o derecha) parasitaria, depredadora, ni ningún ejército, podrá imponerse indefinidamente, ni contener a todo un pueblo cansado de tanto maltrato y saqueo de los recursos y las riquezas nacionales. Todo esto es parte de una maduración socio-política, de la consecuente estabilidad y de la seguridad jurídica del Estado de Derecho, el que paulatinamente deberá ir cubriendo todas aquellas lagunas o vacíos jurídicos.

Toda nueva desviación social de los ámbitos socio-políticos y económicos equitativos logrados, deberá corregirse, no de forma impositiva


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Guicuare (23 noticias)
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