¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Política escriba una noticia?
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró este martes que no permitirá ninguna deslealtad en las Fuerzas Armadas y anunció que cualquier militar que filtre informaciones sobre el proceso de paz será retirado del servicio.
"Cualquier oficial, por más importante que sea, que dé la más mínima expresión de deslealtad o de falta de disciplina sale de las fuerzas militares", advirtió Santos en entrevista con el Canal Capital de Televisión.
El mandatario se refirió a la filtración de informaciones relacionadas con las conversaciones que su gobierno inició con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y que produjeron varios escándalos en febrero de este año.
Santos afirmó que "se está haciendo lo necesario" para evitar estas filtraciones que llegan a sectores de oposición al proceso que las divulga antes que su gobierno y sostuvo que "están saliendo personas que no están actuando con lealtad", aunque sin dar nombres.
En octubre pasado fueron destituidos y detenidos tres militares colombianos por supuestamente haber participado en una célula de escuchas ilegales del Ejército, que espió a negociadores del gobierno y la guerrilla FARC que participan en diálogos de paz en Cuba.
Los tres militares capturados integraban una fachada de inteligencia militar denominada "Andrómeda", que fue desmantelada en febrero pasado y desde donde se espiaron las comunicaciones de los negociadores de paz.
Luego de este caso, en mayo, fue detenido el hacker Andrés Sepúlveda, señalado de interceptar correos del propio Santos antes de su reelección en junio y de miembros de la guerrilla para perjudicar el proceso de paz.
Sepúlveda trabajaba para la campaña del candidato presidencial opositor Óscar Iván Zuluaga, apadrinado por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, principal opositor a los diálogos con las FARC.
Las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos adelantan desde noviembre de 2012 negociaciones de paz para poner fin a un conflicto armado que ha azotado al país por más de medio siglo y ha dejado unos 220.000 muertos y 5, 3 millones de desplazados por la violencia.