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Continuan las represiones y persecuciones mientras que las relaciones internacionales se distancian
Desde que se anunció, el 13 de junio, que el presidente Ahmadineyad había ganado las elecciones presidenciales, resultado que centenares de miles de iraníes cuestionan, las autoridades de Irán han impuesto inflexibles restricciones a la libertad de expresión.
Se han prohibido salir a la calle a reporteros extranjeros, y en algunos casos se los ha expulsado del país, se han prohibido publicaciones iraníes por ofrecer información sobre los disturbios, se ha bloqueado o interrumpido considerablemtne el acceso a Internet.
El Reino Unido exige la liberación de los empleados locales de la embajada en Teherán, recientemente arrestados por la policia iraní
Pero ahi no queda todo, mientras los simpatizantes de Musavi son detenidos por decenas y siguen las detenciones arbitrarias de periodistas, profesores y manifestantes, la UE junto con los países occidentales muestran su preocupación.
Musavi rechaza la comisión investigadora y exige repetir los comicios, Ahmadineyad, al igual que el Ayatolá Jameneí, reclaman que occidente no se inmiscuyan en los asuntos internos de Irán y mientras el Reino Unido exige la liberación de los empleados locales de la embajada en Teherán, recientemente arrestados por la policia iraní, y la UE espera retomar pronto la negociación sobre el programa nuclear iraní. De momento no hay manifestaciones en occidente pidiendo unas elecciones justas ( tampoco las hubo cuando sucedio en EE.UU.) pero lo que sí esta claro es que las elecciones de Irán se complican cada día más al mismo tiempo que se recrudecen los ánimos dentro del país.