La última película de Taylor Lautner, Sin Salida, llega por fin este viernes a la gran pantalla. Viene sin demora desde Estados Unidos, bajo la dirección de John Singleton y con un guión de Shawn Christensen: Abduction.

El cineasta nos ha traído ya otras películas de acción de la talla de 2 Fast, 2 Furious (A todo gas) y la energía de esta película tampoco se queda atrás: tensión, peleas y tiros son la munición constante de esta persecución, en la que el adolescente Nathan Harper (Taylor Lautner) choca con un desencadenante que le llevará a buscar su verdadera identidad, de la mano de Karen (Lily Collins). En esta indagación verá que, sin quererlo ni beberlo, su cabeza tiene precio: e intentarán cortársela.

Esta incesante huida nos trae al lobo de la saga Crepúsculo como protagonista y de nuevo podremos ver que además de enseñar los dientes, debajo de ese músculo guarda un tierno corazón (que, en el film, le pertenece a Karen); y no sólo lo demuestra escena tras escena, sino que dejó que se viese en la presentación de la película en el Cine Kinépolis de Madrid (Pozuelo de Alarcón).

Decenas de fans esperaban desde hacía horas a que llegase el gran icono adolescente: Taylor recorrió la alfombra parando cada pocos metros, sin pensar en las demoras, firmando autógrafos y haciéndose fotos con sus admiradores y admiradoras.

Ya en la sala de la proyección, el joven actor agradeció la acogida que el film había tenido en España y reconoció el calor con el que los seguidores le habían recibido. La sala 25 del Kinépolis gritaba de emoción tras las palabras del artista y, más tarde, cada vez que su imagen se exhibió en la enorme pantalla.

La película sigue la línea comercial juvenil y el cebo de Jacob la hace todavía más atractiva para este público; un film con un guión sencillo y elocuente, una historia agradable a la vista donde, a la americana, la estrella busca lo que en realidad todo ser humano persigue: saber quién es. Taylor Lautner continúa, así, abriéndose camino en el mundo del séptimo arte.