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Hace poco vi por primera vez Animatrix. Era una de esas películas que quería ver desde que terminó la trología de Matrix, pero por una razón u otra no podía conseguirla, ni siquiera en la Bahía. El caso es que cuando ví la pelicula, senti algo de temor del futuro
Robots con conciencia, ¿ventaja o amenaza?
Hace poco vi por primera vez Animatrix. Era una de esas películas que quería ver desde que terminó la trología de Matrix, pero por una razón u otra no podía conseguirla, ni siquiera en la Bahía. El caso es que cuando ví la pelicula, senti algo de temor del futuro.
En realidad, ese podría ser el futuro de la humanidad al dejar mucho control autónomo a los robots, porque no se puede contar con la racionalidad politica del ser humano, como bien lo muestra Animatrix.
Lo que diferencia a un ser humano de un animal, resulta ser justamente la conciencia. Y eso es lo que se quiere otorgar a los robots. ¿Utopía?. Nada más cerca de la realidad según Hod Lipson ingeniero en Robótica de la Universidad de Cornell.
Tienen la capacidad de tener conciencia de su existencia y sus habilidades y posibilidades,
El objetivo de sus investigaciones, según explica, es :
Abandonar esa idea de diseñar máquinas manualmente. Hay que dejar a las máquinas evolucionar y aprender como a los niños
En el siguiente vídeo nos explica cómo han desarrollado máquinas que analizan su propia composición y diseñan una forma de locomoción a partir de la imagen que construyen de sí mismas. Es decir, tienen la capacidad de tener conciencia de su existencia y sus habilidades y posibilidades, algo nunca antes visto en ningun ser diferente al humano.
Indudablemente, todavía estamos en pañales del desarrollo de un cerebro positrónico u otras proyecciones futuristas. Pero, de afinarse los avances en este campo, estaríamos frente a los primeros pasos hasta crear seres inteligentes y autonomos.¿ Se convertirá eso en nuestro fin como gobernantes terrestres?.
Todo dependerá de nuestras decisiones y tolerancias a cambios irreversibles. Esperemos, por nuestro propio bien, que las próximas generaciones no copien nuestros defectos y aprendan de nuestras virtudes.