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La dueña de un internado mexicano detenida y hospitalizada esta semana luego de un cateo a ese centro en el que se encontraron cientos de niños en condiciones deplorables, será trasladada a otro nosocomio después de que quedó libre el sábado, informó a la AFP el domingo su médico.
Rosa Verduzco, conocida como "Mamá Rosa" en Zamora (Michoacán, oeste) donde se encuentra el internado "La Gran Familia", será traslada del hospital San José de esa localidad a otro del vecino estado de Jalisco para someterse a estudios cardiacos, dijo el médico, Alberto Sahagún.
"Los amo", dijo recostada en su cuarto del hospital a la cámara de un familiar que le pidió un mensaje difundido en redes sociales para sus "hijos", como se autonombran algunos de los miles de exinternos del internado que fundó hace unos 60 años.
La octogenaria fue detenida junto con otros ocho trabajadores del centro tras el cateo efectuado el martes y derivado de cinco denuncias de secuestro.
La policía encontró unas 600 personas, entre ellos alrededor de 400 menores, presuntamente obligados a pedir limosnas y vivir entre cucarachas, chinches y toneladas de basura, reportó ese mismo día la fiscalía.
Verduzco padece diabetes y fue internada el día del cateo por presión alta.
La fiscalía no ha oficializado hasta el momento la liberación de Verduzco, pero su abogado, Christian Hellinger, dijo a la prensa que quedó liberada el sábado, cuando se cumplió el plazo para que la fiscalía presentara cargos en su contra, lo que no sucedió.
La defensa reportó que seis de los ocho detenidos fueron encarcelados, mientras que dos mujeres que eran maestras en el internado, fueron también liberadas. Uno de los encarcelados confesó haber cometido abuso sexual en el centro.
Desde que la fiscalía difundió las condiciones que se vivían en el internado, Verduzco ha recibido acaloradas muestras de apoyo de personalidades como el premio Nobel de Literatura francés Jean-Marie Gustave Le Clézio.
Sus defensores aseguran que se cometió una injusticia contra una mujer nacida en una familia acomodada que dedicó su vida a acoger en seis décadas miles de niños que recibieron educación básica e incluso musical.
- Hacen fila para saludarla -
Amigos, familiares, y exinternos esperaban este domingo afuera del hospital su turno para entrar a saludarla, luego de que los policías federales que la vigilaban se retiraron la noche del sábado, constató la AFP.
Muchos de los internos, entre los que hay un centenar de adultos, padecen desnutrición, dermatitis, gastroenteritis, convulsiones e incluso heridas auto infligidas; algunos tienen además discapacidades, reportó el gobierno estatal.
Uno de los internos de 15 años relató a la AFP que uno de los peores castigos de "La Jefa" era "encerrar a los niños sin comida en el Pinocho", el temido cuarto oscuro de menos de dos metros cuadrados llamado así por el gran dibujo del niño-marioneta pintado en su pared.
Alrededor de dos centenares de los menores fueron trasladados este fin de semana a diversos albergues del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
La titular del DIF, Laura Vargas, dijo que el resto de niños y adolescentes también serán reubicados la próxima semana en albergues temporalmente para finalmente reintegrarlos con sus familiares, que empujados por la miseria se vieron obligados a dejar en el internado incluso a bebés.
Después de las muestras de apoyo a "Mamá Rosa" de otras personalidades como los mexicanos Elena Poniatowska (premio Cervantes), el historiador y ensayista Enrique Krauze, y la periodista Lydia Cacho, autora de libros sobre pederastia, entre otros, un funcionario de la fiscalía reconoció a Verduzco como altruista.
Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la fiscalía, declaró el viernes que la labor del internado -que años atrás llegó a recibir visitas de presidentes mexicanos- "en su momento fue buena", pero "en el camino perdió un poco el control" Verduzco.
- Muchos nunca han salido a la calle -
Entre los internos hay algunos adultos nunca "han salido (del centro), para ellos se buscará la forma de capacitarlos y darles trabajo", dijo este fin de semana el gobernador de Michoacán, Salvador Jara, quien no aclaró las razones de esas situaciones.
Familiares de los internos han declarado que Verduzco llegó a pedir dinero a las familias para poder visitarlos, y que registraba como hijos propios a bebés que nacían en su centro.
Una de las personas que nunca se atrevió a salir del internado por temor a represalias es Teresita del Niño Jesús Verduzco -el apellido de la directora-, cuya madre sordomuda la tuvo hace 16 años en el albergue.
"Quisiera salir porque yo quiero aprender más de la vida", dijo entre lágrimas a la AFP.