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Tras el arco argumental de 'La Muerte de la Familia', tenemos este número diecisiete de la cabecera 'Batman', un cómic más tranquilo que sirve para dar un respiro a todo el plan orquestado por el Joker y que también se relaciona con las tramas desarrolladas en 'Batman Inc.', con lo que si ya habitualmente incluyo spoilers en estas reseñas, esta en especial contiene detalles de esta cabecera paralela del hombre murciélago. Así que ya sabéis, el peligro de SPOILERS es doble, por lo que si aún no has leído este número o los últimos tomos de 'Batman Inc.' no sigas leyendo.
Harper Row se está convirtiendo en una secundaria demasiado habitual
La primera historia de este cómic está centrada en Harper Row, aquella chica inspirada por el justiciero de Gotham que nos presentaron en el número once (aunque su primera y breve aparición fue en el número seis). En estas páginas sirve para apaciguar a un Batman más furioso que nunca, el cual pasa varios días seguidos buscando a criminales de todo tipo, incluidos los de poca monta, como anestésico para el dolor que siente. Pero, ¿dolor por qué? ¿Nos hemos perdido algo? Que yo sepa lo último que le pasó fue el plan del Joker que tampoco tuvo tan graves consecuencias. Pues no amigos, hay más, y es que este es uno de los inconvenientes de lanzar varias series de un mismo héroe y sólo comprar una: que te pierdes cosas y, claro, lo que sucede en una cabecera se deja ver en otra, y viceversa. Así pues, en este número me destriparon un hecho maravilloso que ocurre en 'Batman Inc.': la muerte de Robin. Y digo maravilloso porque ya sabéis que no soporto al personaje. Sobre este tema opinaré brevemente, ya me extenderé cuando pille los números de 'Batman Inc.' (que ahora tengo ganas de leer, llamadme cruel). Decir simplemente que me parece un hecho bastante bueno y obvio (eso le pasa por aceptar que un niño juegue a ser superhéroe, citando a Batsy en este número), Robin no hacía más que entorpecer a Batman, tanto en su faceta de "superhéroe" como de hijo. Al menos ahora podremos tomar un respiro de este personaje. Sí, respiro, porque todos sabemos que Robin volverá tarde o temprano, ya sea con otra identidad o incluso resucitado (no sería una idea muy descabellada). Y tampoco sería una locura que fuera la propia Harper Row la que ocupara el "manto" de Robin, ya que es un personaje al que, aunque no me desagrada, creo que le están dando demasiado protagonismo.
En fin, una historia no demasiado interesante (en la que lo mejor es ver a un Batman más salvaje de lo habitual) que sirve como descanso de los grandes arcos argumentales que se está marcando Snyder.
Los lápices tampoco son muy sobresalientes, con un Andy Kubert en la primera parte (no me agrada demasiado, pero tampoco hace daño a la vista) y Alex Maleev en la segunda (con un dibujo sucio que no me gusta nada).
Pese a no gustarme demasiado, en esta viñeta Kubert se luce
En el número de 'Detective Comics', que habitualmente incluyen en la publicación española, seguimos con la historia del Pingüino Emperador, el antiguo secuaz del Pingüino original, al cual le ha quitado el puesto en su propia organización criminal. En este número, Cobblepot (el Pingüino) se entera por fin de todo lo que ha pasado (recordemos que estaba ausente por cierto plan del Joker), de la traición de su antiguo ayudante Ogilvy (el nombre del Pingüino Emperador), por lo que decide atacar su antiguo Casino Iceberg, ahora ocupado por los hombres de Ogilvy. Sin embargo, Batman interviene y tras una lucha logra detener al Pingüino al tener pruebas por fin de su imperio criminal (por si aún quedaba alguien en Gotham que no lo supiera), dejando sin quererlo el camino libre a Ogilvy para que siga desarrollando sus planes, los cuales ahora incluyen, al parecer, el suero del Manbat.
¿Pasará mucho tiempo el Pingüino entre rejas? Yo lo dudo bastante, la verdad, pero al menos parece que no estará presente en lo que queda de la trama del Pingüino Emperador.
Como ya llevo diciendo bastante tiempo, esta historia me está gustando bastante, tanto por su trama que incluyen a bastantes enemigos como por el dibujo del siempre genial Jason Fabok.
Paralela a la aparición de Ogilvy en este número, tenemos a Zsasz, que protagoniza las últimas páginas del cómic. En ella se nos desvelan detalles sobre su pasado, su origen, así como su presencia en el plan del Pingüino Emperador. Una historia no muy interesante, que sirve para más detalles únicamente, y encima está dibujada por un tal Henrik Jonsson que no se luce mucho, la verdad.
El Pingüino ya no manda tanto...
En conclusión, este número diecisiete ha servido, como ya he dicho, para tomarnos un respiro con una historia que relaciona con 'Batman Inc.' por una parte y con la continuación de la trama del Pingüino Emperador (lo más interesante del número) por otra. A ver qué nos tienen preparado Snyder y Capullo para más adelante...