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Ahí va, ¿qué ha pasado aquí? Pues lo que ha pasado es que hace meses que publiqué la última reseña de la cabecera del Hombre Murciélago, y ahí lo dejé. Y no porque no leyera los números siguientes, que lo hice (hasta terminar 'La Muerte de la Familia'), sino por la maldita vagancia y dejadez. Pero bueno, como no me gusta dejar las cosas a medias, repasaré de nuevo los últimos dos números para ofreceros las reseñas. Vamos allá con el número quince, que el plan del Joker se pone bueno...
Ojo, lectores, esta reseña contiene SPOILERS
Batman a caballo puede parecer fuera de lugar, pero a mí me parece una viñeta genial
Anteriormente lo dejamos con un Batman a punto de entrar al asilo Arkham, lugar donde se encontraría con sus mayores temores al enfrentarse al Joker. Y la verdad es que así ha sido, pues dentro encuentra cosas que sólo han sido posible gracias a la perturbada mente del payaso. El cómic se abre con un sorprendente baile que protagonizan el Joker y Batman. Solamente tenemos que pasar una página para descubrir que esto es un engaño, pues son varios empleados del asilo disfrazados de los personajes, que son obligados a bailar bajo coacción del payaso loco. Pero no es lo único que se encontrará el Caballero Oscuro. A medida que se adentre más y más, se le cruzarán cosas como un caballo ardiendo vivo, unos matones que le atacan con armas prendidas de fuego, un breve enfrentamiento con sus más famosos enemigos, o la más inquietante y perturbadora de todas: un tapiz de humanos vivos que representa toda su trayectoria en su lucha contra el Joker. Esto es sin duda lo más sorprendente, una de las cosas que nos hace pensar en todo lo que es capaz de hacer el viejo enemigo del murciélago. Y lo mejor es que él, en su locura, alega que lo hace por Batman, idea que se refuerza al llegar el héroe de Gotham hasta su objetivo, pues el payaso le tiene preparada una corte real muy variopinta. Y es que están reunidos el Joker, el Pingüino, Enigma y Dos Caras junto con unos falsos héroes de la liga de la justicia (antiguos empleados disfrazados), a quien el bufón tiene intención de matar uno a uno. Tan extravagante como aterrador. Afortunadamente Batman logra pararle, pero el Joker tiene un as en la manga, concretamente, a los miembros de la batfamilia. Así pues, Batman tiene acceder a los deseos de su enemigo, que amenaza con matarlos, y hace lo que el payaso quiere: se sienta en su "trono de rey", que no es otra cosa que una silla eléctrica, y entonces comienza la electrocución.
El momento del tapiz humano del que os hablé antes
Y así acaba la cosa, sin saber qué le pasará a nuestro oscuro héroe. Es un número en el que pasa poco (refiriéndome a la parte de Snyder), pero en el que vemos más sobre la locura del Joker que en ningún otro. Además, nos hace pensar en el argumento del Joker para hacer lo que hace en este evento, el que la batfamilia hace débil al Hombre Murciélago. Ya sabéis que a mí el concepto de "batfamilia" no me gusta, pues Batman no es un superhéroe acorde a ello, pero sí creo que es importante tener aliados, y más si te dedicas a luchar contra el crimen. Pero por otro lado, Batman no hubiera caído en las garras del Joker de no ser por ellos. Da que pensar, sí...
Ogilvy parece tenerlo todo bajo control
Lo siguiente es un pequeño paréntesis, que ocurre justo después de que Batman caiga inconsciente en el "trono". Vemos una pequeña discusión entre el Joker y los demás villanos, y cómo el primero les muestra algo que les sorprende, y no para bien. Y nada, un anexo correcto, con el siempre perturbador dibujo de Jock, que añade más "locura" a lo que se narra.
Por otro lado, continúa la historia de la cabecera 'Detective Comics', donde Batman se enfrenta a una siniestra banda de seguidores del Joker. Una historia sin más objetivo que el de entretener y mostrar la influencia del plan del Joker externa al arco argumental central de Snyder. Además, nos deleitamos de nuevo con el sublime arte de Jason Fabok (con cada número me gana más este artista). Y ojo al final, pues se presenta un enemigo que por aquel entonces desconocía si daría mucho juego, El Juerguista. Un nombre no muy acertado, aunque su diseño me moló bastante.
Y para acabar con este número de grapa, tenemos el siempre innecesario epílogo dibujado por Andy Clarke (en serio, no puedo con su dibujo, lo odio), en donde se nos narra cómo Ogilvy, o como quiere que le llamen ahora, Pingüino Emperador, controla totalmente la situación ante los jefazos del crimen organizado. Parece que sus planes poco a poco va tomando forma, y ansío un enfrentamiento entre él y el Caballero Oscuro.
El diseño de El Juerguista es fantástico. ¿Construirán un buen villano?
De este modo, el número nos deja con dos puntos intrigantes que queremos saber: el destino que le espera a Batman tras su eléctrica captura y la identidad del misterioso personaje que mandaba a los influidos por el Joker.
Como el siguiente número ya lo he leído y solamente tengo que repasarlo, tardaré poco en hacer la reseña, puede que mañana ya la tengáis. Y ojo a ella, pues termina el evento del Joker y le doy la nota. ¿Cumplirá finalmente con las expectativas? Ya lo veremos.