El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció en la noche del jueves la liberación de la hija del comandante de la policía de la localidad de Padilla, secuestrada en la mañana.

"Gracias a Dios, a la presión de la Fuerza Pública y a la comunidad, la niña Alejandra Cantoñí quedó en libertad. Se investiga responsables", escribió el mandatario en su cuenta en Twitter, sin dar más detalles.

El alcalde del municipio de Guachené en Cauca (oeste), Francisco Paz, aseguró que una comunidad indígena de la zona rescató a la menor. "Fui notificado por el alcalde de Toribío (oeste) que el cabildo (indígena) había recuperado a la niña en un punto. Estamos ahora esperando al cabildo que va con ella", afirmó a la radio local Caracol.

El ejército de Colombia había denunciado por la mañana el rapto atribuido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se produjo horas después de que finalizara una tregua unilateral.

"En la mañana de hoy (jueves) en el municipio de Guachené en Cauca el Sexto Frente de las FARC efectuó un secuestro de una niña de 10 años", dijo a la prensa el general Wilson Cabra.

La Defensoría del pueblo informó que la niña, hija de Víctor Cantoñí, "fue interceptada por desconocidos que la subieron a un vehículo cuando se dirigía hacia su colegio junto a dos de sus compañeras".

Santos, quien aspira a la reelección, rechazó al mediodía el aparente secuestro. "Es un hecho totalmente condenable, censurable y no vamos a ahorrar ningún esfuerzo para ubicar al responsable, rescatar a esta niña y devolverla a sus padres", dijo en alocución pública.

Las FARC, que negocian desde noviembre de 2012 un fin al conflicto que azota Colombia desde hace 50 años, decretaron, junto a la guerrilla ELN, una tregua unilateral por la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el pasado domingo en Colombia.

El cese al fuego, desde 00H00 (005H00) del martes 20 de mayo hasta las 24H00 del miércoles 28 de mayo, fue calificado el miércoles como exitoso por el Observatorio del conflicto armado de la Fundación Paz y Reconciliación, que dijo que sus términos se habían cumplido en un 96%.

En 2012, las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina, que cuenta con 8.000 combatientes, anunció que abandonarían la práctica del secuestro a civiles y liberó a las personas que tenía en su poder.