El elemento más representativo de Izquierda Unida,  a lo largo de estos últimos años ha sido sin duda alguna Julio Anguita, prototipo de la rectitud y guardián de las llaves de la puerta celestial de la izquierda "pura e inmaculada".

La primera peregrinación de los líderes de Podemos, una vez lograda la hazaña de subir al podio de la victoria, tras las elecciones europeas, fue a la meca de la izquierda, en el califato de Córdoba, donde habita el profeta más afamado del Al-Ándalus.

El de la teoría de las dos orilla, la pinza y el rosario del Santo Programa, el que otorga patente de pureza izquierdísta y lacera con su verbo incisivo, a cualquier adversario, sea hijo, primo o pariente, por pecar de impenitente.

Podría recordar a Stalin por su imagen de seminarista, pero se asemeja más a Pericles por su "grandeza" y "pureza".

De él decía Ion el poeta: "Pericles era arrogante y soberbio, y que a lo jactancioso se unía en él cierta altivez y desprecio de los demás".

Decía el camarada Mao en su Libro Rojo, que el desprecio a las masas era pecado mortal y conducía al infierno del ostracismo, al ninguneo del pueblo y al olvido de la historia.

Y es que los profetas de la izquierda pura y sacrosanta, han seguido usando de los métodos seudo estalinistas heredados del PC, reiterando equivocación tras equivocación, hasta la desprecio total de las masas.

Las cosas creíbles son las que se creen

Han confundido la "línea de masas" con una campaña publicitaria para anunciar un perfume contra la corrupción, despreciando claramente la realidad que enseña la dialéctica.

Por cierto, alguien se acuerda en Izquierda Unida de ese concepto? Dialéctica

Y no precisamente la de Heráclito, sino más bien la del materialismo dialéctico la de Engels y su Anti-Dühring.

Si en vez de abrazar la Yihad, retomaran el marxismo y aprendieran a ser minoría con dignidad, otro gallo cantaría, pero el gallo rojo ha dejado de cantar, para dar paso a las letanías y el Namaste, al reparto de incienso con el botafumeiro de Santiago y a enfundarse en el hábito del monje entregado a las causas divinas.

La corrupción es inherente a la política y no se resuelve con cinismo, ni con plegarias al santísimo y menos escupiendo al cielo.

Que se lo pregunten al Papa que vive en Roma.

El programa se modifica en función de si llueve o cae una nevada, las orillas, las hay mejores y peores, las pinzas pueden ser de madera o de plástico, lo único que no varía en la izquierda son los principios.

La izquierda es marxista hasta la socialdemocracia, más allá están Felipe González y sus demócratas progresistas.

Todo lo demás es tierra conquistada por los moros, que celebran sus orgías en Valencia la corrupta de la mano del Partido Popular a punto de ser reconquistada por Podemos.

Descanse en paz

@ordosgonzalo

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