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Rehenes del miedo

20/07/2016 12:30 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Cayambe delata la próxima estrategia de comunicación del correísmo. Intentarán conservar el poder a través del miedo. Este asambleísta aliancista, con esta propuesta, se anticipa, se confiesa e intentar propagar un clima de incertidumbre y de polarización en la sociedad

La campaña política empezó. El correísmo argumentativo apunta al miedo. Sus aparatos de propaganda política trabajan en la estrategia de sembrar la idea de que el funcionariado público perderá sus puestos de trabajo y sus fuentes de subsistencia si votan por una opción política distinta a la oficialista.

El asambleísta Fausto Cayambe difundió su intención de proponer una reforma legal sobre el tema. Aseguró que los servidores públicos, incluyéndolo, tienen el derecho a no sufrir “estas amenazas políticas”. Dijo sentirse amenazado por las críticas constantes a su actuación como funcionario público y agregó que detrás de este acoso existe la intención de “generar incertidumbre en el servidor público”.

En la ciencia médica, el miedo a ser mirado fijamente, a ser criticado, a ser amenazado se llama como Rhabdophobia. Entonces, si es legítima la necesidad del gobierno de ahorrar en gastos innecesarios, en festejos indecorosos y en cargos inservibles; si es cierto que el presidente Correa opina lo mismo y recientemente suprimió 4 secretarias técnicas y 2 viceministerios a propósito de enfrentar la caída de los precios del petróleo y la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto; y si se respeta el derecho a la estabilidad de los funcionarios de carrera, entonces no hay nada que temer.

Pero Cayambe insiste en contagiar de miedo a los funcionarios políticos incorporados desde y por el correísmo. Seguramente quiere conseguir su fidelidad electoral convirtiéndolos en rehenes del miedo, hacerlos sentir en peligro por perder sus cargos. Parece que el asambleísta sufre de cierta disposición a responder con exagerada anticipación a pensamientos, imágenes o ideas que son percibidas por él como amenazantes o peligrosas. Tal vez Cayambe solo está ansioso, sufriendo una crisis de pánico, desesperado porque él y sus similares podrían perder el poder.

Pero el acoso laboral ya se encuentra establecido en la ley. Para Oswlado Paz y Miño es el símil del acoso sexual y se configura en una situación de abuso en las relaciones de poder desigual entre empleador y empleado. Si, en la situación descrita por Cayambe, su empleador, el de sus compañeros de proyecto y el de toda la función pública es la sociedad ecuatoriana en su conjunto ¿a quién va a dirigir su denuncia? ¿A quién va demandar?

Pero estos correístas no entienden que es la sociedad civil. La rechazan, la denigran, la desprecian en foros internacionales

La lógica dicta una interpretación opuesta: todos los mandatarios y dignatarios, todos los funcionarios de libre remoción, todos los funcionarios de carrera, todos los funcionarios contratados y todos los asesores externos, consultores y proveedores del Estado deben responder a las demandas de información de la sociedad civil. Si es así ¿a qué le temen? ¿Por qué sentirse amenazados, perseguidos, en peligro? ¿Por qué prohibir a la sociedad expresar sus críticas?

Pero estos correístas no entienden que es la sociedad civil. La rechazan, la denigran, la desprecian en foros internacionales, pero le piden su voto en época de elecciones, servidos de su obeso aparato de propagada pagado con el dinero de los contribuyentes de la misma sociedad civil. Absurdo.    

Después de casi una década de vivir del correísmo, Fausto Cayambe asegura que las críticas le provocan daños emocionales y que ser criticado por la opinión pública o por los adversarios ideológicos debe ser prohibido y perseguido por la ley. Siguiendo la influencia del fraseo ridículo del “linchamiento mediático”, Cayambe propone para esta figura el nombre de “bulling laboral”.

Cayambe delata la próxima estrategia de comunicación del correísmo. Intentarán conservar el poder a través del miedo. Este asambleísta aliancista, con esta propuesta, se anticipa, se confiesa e intentar propagar un clima de incertidumbre y de polarización en la sociedad. Típico de ellos.

Esta narrativa amenazante de miedos intenta convertir a su electorado, cada vez más dispuesto a votar por otra opción política, en rehenes del miedo a ser despedidos.

@ghidalgoandrade

Cayambe insiste en contagiar de miedo a los funcionarios políticos incorporados desde y por el correísmo


Sobre esta noticia

Autor:
Gabriel Hidalgo Andrade (382 noticias)
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Tipo:
Opinión
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