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19:45 de un domingo. No se que tienen los domingos, bueno, sus tardes-noches, cuando el sol se ha marchado hace horas. Tengo un momento de calma justo antes de empezar con la última cena de la semana, los niños se acaban de duchar y están entretenidos jugando, o desmontando, ay, mañana ya lo arreglaremos.
Es un rato sólo, diez minutos en los que planeo la semana por encima, no muchos planes, pues los días actualmente son similares. Son unos minutos de reflexión, de oír los ruidos de la habitación, el ladrar de la perra, el centrifugar de la última lavadora que puse al final aunque pensaba dejarla para mañana, oliendo el lavavajillas que dejé abierto al terminar y que vaciaré en breve.
Reflexiono sobre muchas cosas : Mi vida actual, los pormenores, las sonrisas, las regañidas y todo lo que quiero mejorar, ahorrar, tapar agujeros, viajar, terminar de leer un libro que empecé cuando estaba embarazada de estanjanita y terminar de escribir ese libro que hace cuatro años que voy arrastrando.
Pienso en los recuerdos que me siguen hace años, amistades perdidas por el tiempo, por el trabajo o la falta de él, por mi culpa o la suya. Recuerdo el abrazo de mi madre que no se repetirá o el de mi padre tan reciente que quiero volver a repetir cuando podamos vernos de nuevo. El pasar de los años te hace sentir mayor, o joven, según se mire, el nacimiento de mis hijos, las contracciones que avisaban de su llegada, qué dolor más bonito! Las lágrimas por tantas despedidas también vienen a mi memoria, despedidas que fueron bienvenidas y despedidas a los que no volverán pero viven en mi, formándome con ellas, con los obstáculos y la tristeza. Esas cosas que siente el que las pasa como si nunca fuera a pasar el dolor, un dolor que duele dentro de ti, con el que al final aprendes a vivir, con el que te haces más fuerte y cuando es tan normal te vuelve a doler al recordarlo.
Unas risas vienen de la habitación, esas son las cosas que quiero oír, eso es lo que quiero vivir y recordar durante años los domingos por la tarde-noche en este sofá o en los muchos que vendrán.
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