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Reencuadrando la actividad física: una aproximación evolutiva

14/10/2016 21:10 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

ANTHROPOS PROJECT

Evolución Humana y Salud

Reencuadrando la actividad física: una aproximación evolutiva

Mientras que el ejercicio físico formaba parte de casi todas las actividades cotidianas de nuestros ancestros del Paleolítico, en nuestras sociedades industrializadas se ha tornado, en términos generales, un acto desvinculado de las tareas diarias.

La vida en la Edad de Piedra no podía ser concebida sin el ejercicio físico diario a que obligaban actividades como por ejemplo la caza y la pesca, la recolección, la carga de los hijos pequeños y el escapar de los depredadores. La supervivencia y el desarrollo evolutivo del ser humano han estado siempre ligados a la actividad músculo-esquelética y a las capacidades físicas individuales.

Describiendo el Ritmo Paleolítico

El término Ritmo Paleolítico fue acuñado para hacer referencia al patrón de actividad física que caracterizó a nuestros ancestros del género Homo. Recordemos que los seres humanos pertenecemos a este género, el cual aparece como tal en la Tierra hace 2 millones de años, durante el periodo de tiempo de la Prehistoria que corresponde al Paleolítico.

Se considera que el patrón de actividad física semanal de las actuales sociedades de cazadores recolectores es similar al de nuestros antecesores de la Edad de Piedra. Tal es esto así que, a partir de la observación de los hábitos físicos de estas sociedades, se han podido inferir las características del Ritmo Paleolítico.

En conjunto, el Ritmo Paleolítico se caracteriza por la existencia de días con actividad física intensa alternados con días de descanso y actividad física más ligera.

Aproximando la vida moderna al Ritmo Paleolítico

La caza, la pesca, la recolección, la carga de leña y agua así como de los hijos pequeños y el escapar de los depredadores son ejemplos de actividades que han caracterizado al hombre del Paleolítico, y que han implicado acciones del tipo subir a los árboles, reptar por el suelo, agacharse bajo matorrales, desplazarse largas distancias cargando pesos o mantenerse atento a los peligros del entorno.

Si bien no se trata de volver a retomar el Ritmo Paleolítico, sí parece aconsejable adaptar las actividades cotidianas a las necesidades de movimiento que han caracterizado el desarrollo evolutivo del ser humano. En este sentido, las recomendaciones que aquí hacemos son las que siguen a continuación.

Recomendación número 1

Caso de realizar actividades deportivas en centros deportivos o al aire libre es preferible decantarse por aquellas que:

Involucren el mayor número de grupos musculares y que posean el mayor abanico de movimientos y de rangos articulares posible.

Mantengan al individuo conectado con lo que ocurre en su entorno inmediato.

Impliquen trabajo en equipo.

Recomendación número 2

Aunque realizar actividad física varias veces por semana es recomendable, no compensa la vida sedentaria (número de horas seguidas que un individuo permanece sentado). Por ello es conveniente romper cada hora el tiempo de estar sentado y moverse activamente durante al menos un minuto.

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Recomendación número 3

Introducir pequeñas rutinas de ejercicio de corta duración a lo largo del día es una excelente alternativa cuando no se dispone del tiempo suficiente para realizar actividad física regular durante una hora por ejemplo.

RecimageOmendación número 4

En casa o en el trabajo no colocar todos los utensilios de uso cotidiano a una altura cómoda. Por ejemplo, en la cocina colocar algunas sartenes, platos, cubiertos, etc, por encima del nivel de la cabeza y por debajo del nivel de la cintura. De esta forma para tener acceso a ellos habrá que estirarse levantando los brazos por encima de la cabeza y agacharse doblando las rodillas y las caderas.

Recomendación número 5

No utilizar siempre sillas, mesas y camas altas. El hecho de sentarse, acostarse y levantarse desde niveles más cercanos al suelo requiere mayor rango de movimiento articular.

Recomendación número 6

Acciones como evitar usar las escaleras mecánicas del metro, bajarse una estación antes de la debida, utilizar el lavabo del piso inferior en la oficina o cargar con la compra del supermercado hasta casa ayudan a contrarrestar la falta de actividad física.

Todo en su correcta medida

Sin duda alguna la actividad física es un excelente aliado para la salud, siempre y cuando se tenga en cuenta que el exceso de ejercicio físico acaba dañando a los tejidos.

Nuestros ancestros se movieron mucho, en efecto. La pregunta sería ¿acaso demasiado?

Haz un uso lógico y razonable de las recomendaciones que aquí hemos hecho.


Sobre esta noticia

Autor:
Anthropos Project (4 noticias)
Fuente:
anthroposproject.com
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