La situación en la represa hidroeléctrica “Siempre Viva”, ubicada en Bonanza, en el norte del Caribe nicaragüense, “se ha estabilizado” y sus aguas han bajado de nivel dejando de representar una amenaza para las comunidades. En un comunicado, la empresa minera, forestal e hidroeléctrica Hemco indicó que el nivel de las aguas de la represa bajó y “ya no representa mayores riesgos” para las poblaciones aledañas. Descartó que se hayan producido daños en su infraestructura como había supuesto la noche del día 23, cuando inició el desalojo a albergues temporales de 558 personas. Una comisión interinstitucional efectuó una inspección in situ y decidió retornar a sus comunidades a 558 personas desalojadas en la zona urbana de Bonanza, a más de 400 kilómetros al noreste de Managua, el domingo. El desalojo preventivo fue realizado ante el desconocimiento real de la magnitud de los daños de la instalación producto de las intensas lluvias caídas en forma intempestiva en Bonanza, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). El Comité Municipal de Prevención de Desastres (COMUPRED) efectuó en tiempo récord el desalojo de más de 500 personas al municipio de Bonanza. El gobierno central envió ayuda humanitaria la noche de Navidad para atender a los desplazados, agregó. Un equipo de especialistas de la empresa realizará un estudio para evaluar lo sucedido y tomar medidas de prevención para evitar futuros incidentes. Lumberto Campbell, secretario del Consejo de Desarrollo de la Costa Caribe; funcionarios del Sistema Nacional de Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (SINAPRED); el presidente de Hemco, Sergio Ríos, y Alexander Alvarado, alcalde de Bonanza, participaron en la atención a la situación de emergencia. Hemco está dedicada a la exploración y exploración minera, generación hidroeléctrica, plantaciones forestales y tercerización de servicios de negocios.