Desde AVI Selection han ido desgranando las importantes propiedades del aceite de oliva, además de darte a conocer todos sus beneficios. A lo largo del siguiente artículo descubriréis cómo reconocer el aceite de oliva extra virgen.

Para empezar, tendríamos que definir qué es el aceite de oliva virgen extra. El aceite de oliva puede identificarse como virgen, sólo cuando ha sido obtenido el zumo de la aceituna en la prima extracción en frío, ya sea mediante procesos físicos o mecánicos.

El calificativo de extra es colocado cuando procede de aceitunas sin defectos de estabilidad, que no han sido dañadas en el tratamiento o recolección y que, además, reúnan características organolépticas y químicas específicas.

Es importante valorar la importancia del aceite de oliva virgen extra, ya que este es el más saludable para nuestro consumo, debido a su elaboración en base a los mejores frutos, y que el zumo de la aceituna llega prácticamente desde el olivar hasta la mesa.

¿CÓMO RECONOCER EL ACEITE DE OLIVA EXTRA VIRGEN? ASPECTOS DIFERENCIADORES

Para tener la seguridad de que el aceite que estamos consumiendo es de oliva virgen extra,  es esencial prestar atención a los siguientes aspectos:

¿Cómo reconocer el aceite de oliva extra virgen? La acidez es un importante indicador del porcentaje de ácidos grasos libres que contiene el aceite. Si es un aceite de oliva virgen extra, su acidez no puede ser superior al 0’8 por ciento.

En el etiquetado del producto podemos comprobar que se trata de aceite de oliva virgen extra, teniendo en cuenta que el porcentaje de acidez puede llegar a confundirnos, ya que el proceso de refinado de aceite puede reducir la acidez por debajo de los niveles del aceite natural.

Otra de las informaciones para tener en cuenta es la temperatura a la que se ha prensado la aceituna, ya que el aceite de oliva virgen extra, el prensado ocurre en temperaturas inferiores a los 27 grados.

El paso más importante para comprobar si un aceite es de oliva virgen extra, es el de la cata del aceite.

Primero,  vierte una copa del aceite de oliva en un vaso pequeño, preferiblemente redondo. Después, recoge el vaso con una mano y cubre la parte superior con la otra para poder atrapar el aroma en el interior, seguidamente, gira el vaso en tu mano para tratar de calentar el aceite con el calor del cuerpo y muévelo de forma circular.

Ahora, destapa el vaso y llévatelo a la nariz para obtener una bocanada profunda del aceite.

Si huele fresco a hierba, fruta o vegetales,  lo más probable es que sea virgen extra. Si no hueles una fragancia fresca, probablemente no sea virgen extra.

El siguiente paso es probarlo, gira el vaso y toma un sorbo del aceite sin tragarlo. Con los dientes apretados y los labios abiertos, inhala para llevar algo de aire a la boca y agita el aceite alrededor de la misma antes de tragarlo.

Un aceite virgen extra revelará muchos sabores de frutas y verduras a medida que lo muevas alrededor de la boca, y mostrará un sabor picante o amargo en la parte posterior cuando lo tragues. Si toses, es normal, muchos aceites de oliva extra de la más alta calidad se caracterizan por provocar alguna que otra tos.

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