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Este Rico postre con peculiar historia incluída es uno de los imprescindibles (junto con los regalois, claro) del día de Reyes. Pero después de tantos compromisos familiares y de tantas ricas comidas y cenas, un nuevo postre de repostería industrial no es precisamente lo que necesita tu cuerpo… aprende a hacerlo tú mism@! Será más sano!
Antes de darte la receta del roscón te contaré, muy brevemente, su historia para que, mientras tu y tu familia lo degusteis puedas contarle la tradición de este famoso postre.
Parece ser que, aunque comemos el Roscón el día de Reyes, este postre redondo nada tiene que ver con la llegada de los tres reyes a Belén ni con el nacimiento del niño Jesús. Parece estar relacionado, sin embargo, con las fiestas romanas dedicadas a Saturno y que recibían el normbre de saturnales.
Estas fiestas se hacían para conmemorar el solsticio de invierno que daba pie a la llegada de los días más largos. Se celebraban así juegos populares en los que poldían participar no sólo ciudadanos, sino también esclavos. Las competiciones consistían en esconder un haba por la estancia (más tarde fue común esconderla dentro del pan) y dar un premio a quien la encontrara.
Con el paso de los años del pan como escondite se paso al dulce con forma redonda y del esclavo como protagonista al niño, ya allá por el siglo III.
Este juego se convirtió en tradición y se extendió por toda Europa, enraizándose especialmente en Francia donde al nió ganador, Rey de Reyes, se le agasajaba con grandes atenciones. ‘ El Gateau de Rois’ se había transformado; ahora el haba era algo negativo, quien la hayase debía pagar el pastel. Por el contrario, un segundo objeto, una pequeña figurilla, era el ansiado premio de cualquier pequeño para convertirse en Rey.
Con los Borbones llegó esta tradición a España, donde se presenta en forma de roscón azucarado y adornado con dulces frutas confitadas.
INGREDIENTES
PREPARACIÓN