Las sociedades del mundo siempre han estado dividas de alguna manera; aun antes del hecho acontecido en Babilonia, que es donde se dice se crearon las barreas del lenguaje por la confusión de las lenguas de un grupo de pretenciosos que intentaban construir una torre para llegar al cielo, notaron que cada uno hablaba diferente y ya no podían entenderse unos a otros, esto, según la narración contenida en La Biblia, un libro, que por cierto, los llamados cristianos, ya evangélicos protestantes, ya católicos y/o de cualquier denominación, consideran como infalible palabra de Dios.

La verdad es que no podemos negar que este magnifico libro está lleno de lecciones de vida y también de predicciones que los que hemos estudiado ya vimos cumplirse; todo lo contrario de otros textos que en uno que otro capitulo traen mensajes apocalípticos, pero que no han pegado una. No cito nombre, ni doy referencia por respeto al derecho que tenemos de creer y profesar el dogma religioso y/o sistema de crecencia que se nos antoje; pero no puedo dejar de decir la verdad, aunque esta duela y aparente ser discriminatoria.

A Pesar de que La Biblia es en apariencia y a mi modo de ver, un libro sagrado, contentivo de la fe fundamental y el dogma de los que creen en su contenido, he podido observar que la mayoría de estos creyentes le están fallando tanto al texto como al que ellos entienden como su gran autor, Dios; le están fallando por las razones que os voy a detallar a continuación:

Casi todo el contenido de La Biblia se resume en los primeros diecisiete versos (17) del libro de Éxodo, en su capitulo veinte (20), el cual a la cita textual expresa lo siguiente:

“1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

8 Acuérdate del día de reposo* para santificarlo. 9Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10mas el séptimo día es reposo* para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo* y lo santificó.

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No hurtarás.

16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” ( Éxodo; Capítulo 20).

Bien claro ¿Verdad?

Sin embargo, quiero enfatizar y detenerme a reflexionar sobre el contenido de los versos 3 y 4 que dicen:

“ 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.” y

“4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”.

Los hijos cogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, por provocarme a ira

Habla un dios que se autotitula fuerte y celoso y lo que expresa claramente esta nota prohibitiva, parafraseando: es que el no acepta que usted que dice creer en el, tenga otros dioses y mucho menos que los ponga delante de él, o sea, que le des importancia y adores antes que a él; sin embargo, no es extraño, ver colgados en las paredes de las viviendas, supuestamente cristianas, imágenes de ídolos provenientes de las religiones y mitologías de los babilonios, griegos y romanos con los nombres cambiados.¡Funcionó la genial idea del emperador Constantino! Constantino fue la persona que propuso la fusión de la fe cristiana con la religión politeísta de griegos, romanos y babilonios.

Vea usted por ejemplo, el caso de María, aquella virgen que llevó en su vientre a Jesús, siendo virgen. La imagen que supuestamente representa a María es la misma de un ídolo babilónico que en el libro del profeta Jeremías es vedado para los que dicen creer en el dios vivo, pues representaba la vanidad, mundanalidad y crueldad de una reina, que fue adorada como Reina del cielo, de la cual se dice era esposa de Nimrod, el gran cazador y que respondía al nombre de Semiramis,

quien pasa a ser adorada en diversas religiones, adoptando también diversos nombres, entre los cuales el más utilizado era Artemisa. En torno a la madre de Jesús, se han tejido tantas historias y comentarios que para los cristianos católicos apostólicos y romanos se ha construido una especie de teología que en muchos países latinos la hacen más adorada que el mismo Dios que se hizo carne en el vientre de ella. La adoración de María es tal que ha recibido nombres y atributos que no posee, puesto que como todo ser humano, creyente o no de aquellos que menciona La Biblia y que protagonizaron dolorosas escenas de martirio y sufrimiento por causa del evangelio que predicaron, murieron y según las palabras de la misma Biblia, duermen a la espera del día de la resurrección de entre los muertos. María es La virgen de Guadalupe y la virgen de la alta gracia, entre otras.

Jeremías expresa en el Cap. 7, Vers. 17-19: "¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? Los hijos cogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, por provocarme a ira. ¿Me provocarán ellos a ira, dice Jehová, y no más bien obran ellos mismos para confusión de sus rostros?". Pues bien, esta "Reina del Cielo" viene referida a la diosa Astoret o Astarté , que era venerada por el pueblo Fenicio (cananeo y sidonio). Los griegos y romanos la adoptaron como Afrodita e Isis.

Como vemos, la Biblia no deja de aclarar suficientemente que solo Jesús puede mediar entre Dios y los hombres, y no me refiero a la imagen de palo o los dibujos que dicen representar al Cristo, pues esto no deja de ser idolatría, aunque se quiera disfrazar con la idea de que esto es para recordar mejor al divino maestro.

" Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre " (1ª Timoteo 2.5).

Se podría decir abiertamente que todos los males que de una u otra manera afectan a los pueblos del mundo son causados por el pecado de la idolatría. México, por ejemplo, todo lo que hace es con la fe puesta en la Guadalupe: República Dominicana se refugia en los supuestos brazos protectores de La Alta gracia y así sucesivamente los demás pueblos latinos y pobres del mundo.

La iglesia católica que es la de mayor presencia en el mundo, encabezada por su príncipe, el papa, debería tomar la iniciativa y reconocer que ha pecado al jugar con la ignorancia y la fe de la gente, haciéndole creer que sus imágenes de palo y sus dibujos pueden servirles de canal para llegar a Dios, cuando la verdad es que le han estado inculcando la cultura de la práctica idolátrica que en lugar de acercarles al altísimo lo que ha hecho es alejarlo y encender su celo y su ira. Saben los católicos que han violado el principal de los mandamientos, pero eso no les importa con tal de mantener el liderazgo entre los pueblos ignorantes del mundo.

Haití, Tailandia y Japón, entre otros han sufrido en los últimos a ñ os numerosas pérdidas de vidas por la ocurrencia de fenómenos como huracanes, terremotos, guerrillas y vemos en la cultura de estos pueblos que son altamente idólatras, en cambio, la Norteamérica protestante, a pesar de que practica otras formas de pecado, por lo menos se mantiene entre las potencias más progresistas del mundo. Es evidente que existe una irrefutable relación entre el progreso, la paz y el pecado. La historia humana así lo ha demostrado y es claro que si el mundo no se aleja del pecado, no saca de sus prácticas de fe los ídolos paganos y se vuelve el único y gran Dios, estos mismos pecados le consumirán.