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Vladimir Putin centrará todas las miradas en la cumbre Asia-Europa que se inaugura este jueves en Milán, donde el presidente ruso se reunirá por primera vez desde agosto con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko.
La décima edición de la cumbre ASEM, que reúne a unos 50 países para tratar la cooperación económica y los intercambios comerciales, se abre este año en un clima poco sereno.
Las bolsas europeas sufrieron este jueves fuertes caídas por una serie de factores, entre ellos el virus del ébola y la desaceleración de las economías de China y Estados Unidos, además de la mediocre coyuntura europea.
La Bolsa de Milán retrocedió un 1, 21% durante la jornada, el petróleo caía en Nueva York, y en los mercados de Europa reinaba el nerviosismo ante la cascada de malas noticias.
El presidente francés, François Hollande, atribuyó la situación a "la incertidumbre internacional", ya que "Estados Unidos se está ralentizando y Europa tiene un crecimiento muy débil".
Al margen del foro, crecen las expectativas por el encuentro entre el dirigente ruso y su homólogo de Ucrania, pese a que siguen los combates entre soldados ucranianos y rebeldes prorrusos en la región separatista de Lugansk, en el este, pese a la tregua pactada en septiembre.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, confirmó el martes que las tropas rusas se estaban retirando de Ucrania, aunque Moscú haya desmentido en varias ocasiones el haber enviado fuerzas a territorio ucraniano.
Los combates entre separatistas prorrusos y fuerzas ucranianas continuaban en las últimas horas, así como el conteo de muertos.
- "Baño de sangre" -
"¡Que cese el baño de sangre!", gritaban dos militantes feministas del movimiento Femen con los senos al descubierto ante la catedral de Milán, el célebre Duomo. Las feministas, conocidas por sus batallas contra la política de Putin, se rociaron emblemáticamente con vino tinto, como gesto de protesta contra el derramamiento de sangre en Ucrania.
Putin, que se reunirá en privado con la alemana Angela Merkel, con la que hablará de la situación en Ucrania, abordará también "la interrupción del suministro de gas a Europa en los próximos meses", según aseguró Iuri Iuchakov, consejero del presidente ruso.
"Rusia debe dar su aportación decisiva" para que cese la violencia, aseguró la canciller alemana ante el Parlamento de su país poco antes de viajar a Milán.
El presidente ruso y su homólogo ucraniano, quienes se reunieron por última vez en agosto, se entrevistarán ante varios dirigentes europeos, entre ellos el mandatario francés, Fracois Hollande; el primer ministro británico, David Cameron; y, naturalmente, el jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi.
Después del último encuentro, Kiev ha anunciado un alto el fuego con los rebeldes prorrusos, el cual no ha sido respetado.
"Rusia quiere hablar del origen del conflicto y de las perspectivas de un proceso de paz", adelantó Iuchakov.
Además del conflicto en Ucrania, hay otros asuntos pendientes que pueden crear tensión entre Europa y los países asiáticos.
Japón, entre los pocos países que ha aceptado aplicar sanciones contra Rusia, vive aún fuertes tensiones con China, que sigue siendo una aliada clave de Rusia. "Somos socios y aliados naturales", afirmó Putin, quien acaba de firmar importantes contratos económicos con ese país. Otros países de la región mantienen conflictos territoriales con China, potencia dominante.
Por otra parte, la presencia en Milán del general, del, quien lideró el golpe miliar del 22 de mayo pasado, suscitó protestas de un pequeño grupo de manifestantes. Se trata de la primera visita oficial a Europa del jefe de la junta militar encargada de dirigir ese país.