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Los anuncios de internet han existido casi desde sus comienzos y, con el paso del tiempo, las personas prefieren desistir de ellos e ignorarlos
Esto genera un efecto adverso puesto que ha ocasionado que se vuelvan cada vez más intrusivos y molestos para la experiencia del usuario.
Incluso pueden ser vistos como una especie de virus y generan un efecto negativo entre los internautas. La persistencia de esta clase de publicidad ha sido tal que el uso de ad blockers en todo el mundo ha aumentado considerablemente desde el 2014.
Por ello, las empresas prefieren pagar o pedir prestamos online para invertir en publicidad más orgánica. Y en este caso, la llamada publicidad nativa es la que consiste en la inclusión no invasiva del contenido pagado.
Y es que, esta nueva estrategia se mezcla y se posiciona de manera más natural, generando que se perciba de manera más positiva e incluso muchos pasan por alto el hecho de que realmente es un contenido pagado.
La efectividad de esta opción radica en que al usuario se le presentan los anuncios como algo similar a su búsqueda y que, además de ello, le aporta valor y responde a la pregunta que le hizo llegar hasta él. O'Simplemente lo entretiene si se trata de un contenido con fines de distracción.
Por norma general, los anuncios tradicionales se encuentran en lugares molestos, pero los nativos se posicionan de manera que parezca parte del sitio web, en vez de promocionarse. Lo que hacen estos anuncios es centrarse en el cliente y hacer que su experiencia sea más satisfactoria.
De esta manera, las empresas primero interesan al lector u oyente, consiguen su atención, y luego lo incita a que puede conseguir más de lo mismo en una landing page que estará anclada preferiblemente al final de la información que le es relevante.
Y es que la mejor manera de generar conversiones es por medio de centrar cada campaña y cada estrategia de marketing digital en el cliente, en lo que quiere y es más cómodo para este. De esta manera, el usuario se siente más incluido y comprometido con la marca.
Es un método bastante efectivo para conseguir un minicredito y atraer mayor tráfico a la página del paso final, ya sea un sitio web o una tienda online dentro de una red social. Lo primordial es enamorar al cliente, hacer que estos vean la marca como algo positivo para poder generar ventas.