La retención del reportero francés Roméo Langlois por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tendrá un costo político para ese grupo, por su cambio de postura frente al secuestro, consideró el politólogo Marco Romero. El investigador social colombiano dijo a Notimex que el grupo insurgente está enviando una señal equivocada al retener al comunicador, capturado hace dos semanas en la región sureña del Caquetá. Según Romero, la retención del periodista puso en entredicho el compromiso de las FARC de suspender el secuestro de civiles, "lo que le generará un costo político" ante la comunidad internacional. Tanto la Organización de Naciones Unidas (ONU) como la Unión Europea (UE) cuestionaron al grupo rebelde colombiano por declarar a Langlois como su "prisionero de guerra", y exhortaron a dejarlo en libertad. En sus pronunciamientos, tanto la ONU como la UE coincidieron en que, con el caso de Langlois, las FARC incumplieron su compromiso de desistir del secuestro de civiles en el conflicto armado interno. Langlois fue secuestrado por los insurgentes en medio de un combate entre el Ejército colombiano y los rebeldes mientras recogía material para un documental sobre la lucha antidroga en una zona rural del Caquetá. En un comunicado, las FARC informaron que el periodista francés fue declarado "prisionero de guerra" por participar en una operación contra esa guerrilla y lucir prendas de uso privativo de los militares. El Ministerio de Defensa aclaró que Langlois se quitó el casco y el chaleco militar en medio del combate y salió corriendo hacia el sitio desde el cual los rebeldes disparaban contra la tropa oficial. La dependencia detalló que, durante el enfrentamiento, el reportero francés, que según el Ejército cumplía una misión independiente en la zona, fue herido en un brazo y tomado rehén por los guerrilleros. Romero consideró que las FARC se equivocan en su decisión de mantener cautivo a Langlois, cuya liberación han condicionado a un debate sobre la libertad de informar acerca del conflicto armado colombiano. Para el politólogo, "nada justifica el secuestro" del periodista, y si la guerrilla lo que cuestiona es que haya portado prendas militares para su labor de informar, que "le deje al Estado esa investigación".