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A fin de provocar una reflexión en el público sobre la actual situación que se vive en el país, la compañía Búho Grande Teatro, bajo la dirección, actuación y autoría de Juan Carlos Vives, ofrecerá temporada del unipersonal “Acabar eternamente” del 14 de mayo al 30 de julio en el Teatro Casa de la Paz. En conferencia de prensa y personificando a uno de los cuatro personajes que da vida, Vives dijo que la obra presenta una situación que se presta para que el público reflexione y entienda cómo suceden las cosas. “Cuando uno se la pasa bien y se ríe, el mensaje, suceso o trasfondo pasa de largo, y es cuando la gente tiene las defensas bajas y nosotros atacamos”, dijo “Don Fortunato”. Explicó que la puesta en escena esta inspirada en noticias que aparecen diariamente en los periódicos. Se trata de una propuesta nueva que aborda temas reales que aquejan a la sociedad mexicanas con un toque divertido, insistió. La trama presenta a una banda de secuestradores conformada por tres personajes muy peculiares: “Elmer”, pseudo aristócrata semi trasnochado y petulante; “Don Fortunato”, un hombre mayor soez y hábil octogenario en las artes de lo obsceno y lo políticamente incorrecto, y Nicolás, un inútil que toca la flauta muy mal. Sin embargo, los tres deciden dedicarse a secuestrar pero no tienen ni la más menor idea de cómo hacerlo. El unipersonal cómico cuenta con música original y está escrito en verso. Juan Carlos Vives da vida a los tres personajes a través de máscaras. Búho Grande Teatro es una compañía mexicana fundada por Juan Carlos Vives, su actual director artístico, y Lorena Abrahamsohn, quienes a partir de enero de 2008 se dieron a la tarea de aglutinar un grupo de trabajo, con sede en la Ciudad de México. Actualmente Martha Ladrón de Guevara es su productora ejecutiva, con quien se ha consolidado un repertorio de puestas en escena y una filosofía que les mantiene vivo. El trabajo de Búho Grande sobre las tablas se basa en el trabajo del actor y el ritual que ejercita sobre el tiempo y el espacio, para así generar un público ávido; así como la infraestructura humana y material necesarias para llevarlo a cabo de manera autogestiva y descentralizada. “Es de nuestro interés fomentar métodos de producción menos hostiles y más apropiados a nuestro muy castigado entorno. Nos importa poder cohesionar un lenguaje que nos conecte con espectadores inteligentes, para que así amplien sus horizontes en lo teatral”, indica el grupo.