Una de las necesidades básicas de los perros, como de cualquier otra mascota, se refiere a un hábitat digno y confortable. Sobre todo durante el invierno se deben tomar los recaudos necesarios para que la casa del perro lo pueda mantener a salvo y cálido.

Es un error muy común pensar que los perros están preparados para tolerar las condiciones climáticas extremas debido al grosor de sus capas de piel y pelaje. Sobre todo aquellos perros que duermen en el exterior de la vivienda, deberían ser capaces de gozar de una casa cómoda y caliente para sobrellevar mejor el invierno. Igualmente, más allá de la comodidad de la casa, los días de extremo frío en el invierno, lo mejor será invitar al perro a dormir dentro de la vivienda.

En primer lugar la casa del perro debe estar colocada con la puerta en dirección al sur o al oeste, puesto que los vientos más fríos normalmente provienen del norte y del este durante el invierno. Por otro lado, se le debe ofrecer al perro la libertad de entrar y salir de su caseta cuando lo desee, y una buena idea para lograrlo es colocar una goma flexible en la parte superior de la abertura de la puerta. Esto también colabora para frenar la corriente de viento.

La Ropa de cama debe ser lo más cómoda y cálida posible. Además es importante revisar todos los días que se encuentre limpia y seca. También resulta fundamental que el espacio de la casa sea acorde al tamaño del perro para que pueda sentarse o echarse cuando así lo desee.