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"Todo" preocupa al alcalde de Rio a tres semanas del inicio de los Juegos Olímpicos, pero Eduardo Paes confía a la AFP que espera un evento "increíble" que festejará el último día "tomando un trago" al ritmo de samba.
P: ¿Qué le preocupa más en vísperas de los Juegos, la nueva línea del metro atrasada, la bahía contaminada, la seguridad?
R: "Todo me preocupa y estoy atento a todo. Los Juegos Olímpicos son un evento muy complejo y muchas cosas pasan al mismo tiempo en la ciudad. Los problemas de hoy no son los problemas de mañana y a veces son recurrentes, pero las cosas avanzan en el buen sentido. Estoy seguro de que será una Olimpíada increíble.
El metro será entregado el 1 de agosto. La limpieza de la bahía es uno de los pocos objetivos que no fue alcanzado. El Estado regional (y no la alcaldía) debía descontaminarla en 80% y alcanzaron de 50% a 55%. No es lo ideal pero avanzamos. En cuanto a la seguridad siempre dije que no tenía inquietudes. Tenemos experiencia en la organización de grandes eventos. La violencia es un problema de Rio, no a causa de las Olimpíadas, sino porque la ciudad es violenta y sigue siéndolo. Tengo prisa de que comiencen y prisa de que terminen también, de llegar a la clausura en el Maracaná cuando el alcalde entra en el gramado y devuelve la bandera, en este caso al alcalde de Tokio, donde tendrán lugar los próximos Juegos. ¡Después me voy a tomar un trago, escuchar samba y beber cerveza!".
P: Usted dice que estos son unos Juegos Olímpicos baratos. ¿Cuál es el secreto y de qué está más orgulloso y menos orgulloso en cuanto a la preparación?
R: "Hicimos cosas simples. Los Juegos Olímpicos de Rio no tienen ningún estadio realizado por grandes arquitectos de renombre internacional. Son arenas funcionales, simples y bellas. Aquí, con el paisaje de la ciudad, no precisamos construcciones grandiosas. Las arenas deben fundirse con el paisaje y no hacerle competencia.
Cuando fui elegido alcalde (en 2008 y reelecto en 2012) y cuando fui elegido para recibir los Juegos Olímpicos (en 2009), ni siquiera en mis más bellos sueños imaginé poder hacer tantas transformaciones a la ciudad. Las Olimpíadas fueron un gran catalizador de transformaciones: la red hotelera se duplicó, tenemos mejores infraestructuras para recibir a los turistas, la ciudad es más internacional. Se ha tornado una ciudad más justa donde las personas se desplazan más fácilmente. Hubo muchas inversiones y ganó en calidad de vida, pero aún hay grandes desafíos a superar. Si en los países del primer mundo las personas siempre quieren más, imagine aquí donde hay problemas sociales y algunos servicios funcionan mal.
De lo que estoy menos orgulloso, se lo dejo a la prensa que lo descubra. Hay muchas críticas, a veces injustas. Las personas confunden el estado de Rio y la ciudad de Rio, lo cual es un sufrimiento para mí. La ciudad paga a sus funcionarios a tiempo, construye escuelas y sus hospitales funcionan".
P: Un éxito de los Juegos Olímpicos puede ser un buen trampolín para sus proyectos políticos. ¿Cuáles son cuando termine su mandato como alcalde a fin de año?
R: "Siempre quise ser alcalde de Rio. Cuando termine tomaré un año sabático, voy a desaparecer. No digo que no disputaré otras elecciones. Mi rol como alcalde es entenderme bien con el gobernador de Rio y con el presidente, sea quien sea".