Oporto, ciudad natal del recién fallecido cineasta Manoel de Oliveira, acogió el lunes por la noche el preestreno de su cinta póstuma e inédita "Visita ou Memória e Confissões".

El legendario director, fallecido en abril a los 106 años, había pedido que la película, filmada en 1982 y entregada justo después a la Cinemateca portuguesa, no fuera mostrada hasta después de su muerte, salvo en unas pocas sesiones privadas.

Según el director de la Cinemateca, José Manuel Costa, la cinta no aporta "ninguna revelación chocante" sobre la vida de su autor, pero se trata de "un retrato auténtico, sincero y directo del hombre y su forma de pensar", dijo a la AFP.

En el largometraje, el director explica: "Es una película de Manoel de Oliveira sobre Manoel de Oliveira, respecto a una casa".

El cineasta portugués mandó construir esta vivienda, donde vivió con su familia cuatro décadas, en Oporto en 1942 antes de verse obligado a venderla "para devolver sus deudas".

La cámara recorre la deshabitada casa repleta de muebles y objetos de quienes la habitaban. De fondo, se escucha una conversación entre un hombre y una mujer, diálogo creado por la escritora portuguesa Agustina Bessa-Luis a petición de Oliveira.

"Una casa es un objeto que me permite llevarme bien con alguien más. Sólo eso", dice la voz del hombre.

A continuación, el cineasta aparece frente a la cámara para explicar la historia de esta casa y, a través de ella, su propia historia y la de su familia.

El martes habrá un nuevo pase de la película en la Cinemateca portuguesa, en Lisboa, antes de su estreno internacional en el Festival de Cannes, en la sección "Cannes Classics", donde se muestran antiguos filmes restaurados y documentales sobre el cine y sus protagonistas.

Gran maestro del cine portugués, Manoel de Oliveira murió el 2 de abril. "Rodar es mi trabajo y mi pasión. Mi vida ha pasado demasiado rápido y no tengo tiempo que perder", decía, desbordante de energía, hace varios años.