Durante años he creído fielmente en la capacidad humana del cambio positivo, en la capacidad humana de cambiar tanto su forma de pensar como de actuar, cuando hablo de forma de actuar me refiero a estilo de vida, amigos y costumbres.

Cuando hablo de cambiar nuestra forma de pensar me refiero a cambiar la manera como juzgamos a los demás o la forma en que nos juzgamos a nosotros mismos.

Creo sin temor a dudas en la creatividad humana para realizar las cosas de otra forma, en la capacidad de mostrar amor, compasión, amistad sincera, pero por sobre todo, creo en nuestra capacidad de ser humildes.

Cambiar no es solo dejar de hacer una cosa para hacer otra, no, cambiar es creer y confiar de corazón en que nuestros actos y nuestras creencias hacen al mundo, entonces el cambio de estos actos y creencia por lógica tiene la capacidad, cuando menos, de modificar la aptitud de las personas que nos rodean, así entonces de cambiar al mundo.

Cambiar es modificarnos y modificar es continuar siendo quienes somos pero con una mejor aptitud ante la vida, y ante los problemas ;mejor dicho con una nueva aptitud ante todo.

Carpe diem