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Con una popularidad bajo mínimos, el presidente conservador de Brasil Michel Temer pronunciará este sábado un mensaje de Navidad con el que buscará transmitir optimismo a un país golpeado por la recesión y los escándalos de corrupción.
El discurso será transmitido en cadena de radio y televisión a las 20H00 locales (22H00 GMT) cuando millones de brasileños estén en los últimos preparativos antes de la cena de Nochebuena.
El mandatario, que asumió el poder de manera definitiva el 31 de agosto tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, no es muy proclive a aparecer en público por miedo a ser abucheado. O a los cacerolazos.
En la inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio a inicios de agosto, cuando aún era presidente interino, solo pronunció un discurso muy breve en lugar de una intervención mayor. Hace unas semanas, el presidente acudió al funeral de los jugadores del Chapecoense que murieron en un accidente aéreo en Colombia después de las presiones que surgieron porque inicialmente, según los medios, sólo estaba dispuesto a comparecer en el aeropuerto.
Según el último sondeo Datafolha, Temer cuenta con apenas un 10% de aprobación y más de 60% de los brasileños quieren que renuncie antes de completar el mandato de Rousseff, a fines de 2018.
"En general los presidentes hablan en Navidad, aunque no es una obligación. Y en el caso de Temer, considerando el contexto actual, no podía huir de eso. Tiene que enviar un mensaje tras un año difícil", comentó a la AFP el analista político André César, de Brasilia.
"Hay propuestas duras en el horizonte, están terminando tiempos duros y el ambiente no mejorará tan rápido. Aún hay mucha incertidumbre y si hay cacerolazos o gritos cuando hable eso no importa, son gajes del oficio. Eso es lo que se espera de un jefe de Estado por muy criticado o impopular que sea", añadió.
El gobierno de Temer impulsa un paquete de medidas de austeridad para reactivar la economía, que cerrará en recesión por segundo año consecutivo. Y el desempleo afecta al 11, 8% de la población activa, unos 12 millones de personas.
El nombre de Temer apareció además mencionado en las primeras filtraciones de las "delaciones premiadas" de 77 ejecutivos de la constructora Odebrecht, implicada en el escándalo Petrobras de pagos de sobornos a políticos para obtener contratos en la estatal petrolera.
El mandatario niega haber cometido cualquier ilegalidad.