Todo es energía vibrando en diferentes frecuencias y manifestando variadas formas que van desde lo denso o material del plano físico (materia), pasando por sutiles formas energéticas como la de los líquidos, los gases y la luz, culminando en una forma de energía sutilísima trascendente y poderosa que compone toda la manifestación de la vida en lo que llamamos plano espiritual.

Nuestra esencia, nuestro verdadero ser se encuentra en este plano, puesto que es espiritual y esta compuesto por una poderosa, sutil y muy compleja forma de energía que proviene de la fuente misma de la vida y de toda la creación en si.

Para interactuar en el mundo tridimensional de baja vibración que llamamos Tierra (plano físico material) necesitamos un biovehículo orgánico (cuerpo) para comunicarnos con todo lo que nos rodea, ya que nuestra esencia espiritual o verdadero ser se halla en el plano energético espiritual y este plano manifiesta una vibración o frecuencia mucho mas elevada que la del plano físico.

Pero no debemos confundirnos. Nuestra real vida en el plano espiritual es infinita, atemporal y eterna . No esta regida por las leyes físicas de gestación, crecimiento y extinción que si se aplican a nuestro cuerpo físico como así también a todo lo finito, y temporal de este mundo material que nos rodea y que habitamos con nuestro cuerpo o biovehículo orgánico.

Todos son efectos derivados de diversas causas, nada ocurre por casualidad.