El partido del expresidente Laurent Gbagbo, en plena crisis, retomó el lunes el diálogo político con el poder para solucionar los problemas "en suspenso", menos de un año antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2015.

El último encuentro entre el partido del exmandatario (FPI) y el gobierno databa de mayo. "Desde mayo, no nos hemos vuelto a ver y los problemas en los que hemos trabajado desde la reanudación del diálogo no han sido totalmente resueltos", declaró a la prensa el presidente del partido, Pascal Affi N'Guessan.

En particular, se trata de "problemas de prisioneros políticos, de la congelación de cuentas, de los exiliados, de la financiación de partidos y de la preparación de las elecciones generales de 2015".

Reanudando el diálogo, el FPI espera obtener la libertad provisional para aquellos de sus militantes que "aún están en prisión".

La recuperación de las negociaciones se produce en un momento en que la justicia marfileña ha iniciado el juicio contra la exprimera dama, Simon Gbabgo, por "atentar contra la seguridad del Estado", y contra otros 82 antiguos dirigentes del antiguo régimen.

Nacida del rechazo de Laurent Gbagbo a reconocer los resultados que dieron la victoria a Alassane Ouattara en las últimas elecciones, la violencia postelectoral que siguió dejó más de 3.000 muertos.

El exmandatario es juzgado en la actualidad en el Tribunal Penal de la Haya por "crímenes contra la humanidad".