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Niños menores de dos años.Cloro y bronquiliotis tanto en piscinas cubiertas como al aire libre.Cloro potencia agentes infecciosos.Evitar piscinas públicas por los irritantes.36% de riesgo.Doble riesgo al aire libre. 15% desarrolló asma
PISCINAS CON CLORO PROVOCARÍAN EN LOS NIÑOS INFECCIÓN PULMONAR Y ASMA
Los niños que empiezan a nadar antes de los 2 años tendrían riesgo de contraer una infección pulmonar frecuente y hasta asma y alergias respiratorias a futuro, según un nuevo estudio, que alude a su exposición al cloro como causa que afecta a su salud respiratoria.
Los datos, publicados en European Respiratory Journal, indican que la situación empeora si existen antecedentes familiares de asma o alergias respiratorias, como la rinitis alérgica estacional.
Cloro y bronquiliotis tanto en piscinas cubiertas como al aire libre
Los expertos siempre sospecharon de la calidad del agua en las piscinas, en especial las cubiertas. Cuando el cloro para desinfectar el agua se combina con el sudor, la saliva o la orina, se forman sustancias irritantes que, al paso del tiempo, pueden lesionar las vías aéreas.
Ahora, un equipo de investigadores en Bélgica encontró que la natación infantil, en piscinas cubiertas o al aire libre, está asociada con un aumento del riesgo de sufrir bronquiolitis.
Bonquiolitis
Esta enfermedad es una infección de las vías aéreas pequeñas de los pulmones generalmente causada por el virus sincicial respiratorio, frecuente en los bebés.
En el estudio, los nadadores pequeños con esa infección presentaron alto riesgo de padecer asma o alergias respiratorias.
Cloro potencia agentes infecciosos
"Eso sugiere que asistir a piscinas con cloro puede aumentar el peligro de adolecer de asma y alergias respiratorias -al potenciar la sensibilidad de las vías aéreas- no sólo a los alérgenos, sino también a los agentes infecciosos", dijo el doctor Alfred Bernard, de la Universidad Católica de Louvain, en Bruselas.
Evitar piscinas públicas por los irritantes
Sin embargo, el especialista no aconsejó que los padres no lleven a sus hijos a las piscinas, porque es una forma "placentera" de que los niños hagan actividad física.
"Pero (...) no deberían olvidar que los desinfectantes de cloro y sus derivados son irritantes poderosos para la piel y las vías aéreas", agregó Bernard.
Por eso, sugirió a los padres no usar cloro en exceso en las piscinas del hogar y evitar las piscinas públicas.
El equipo de Bernard evaluó 430 niños pequeños en Bélgica y entrevistó a sus padres para averiguar los antecedentes clínicos de sus hijos, si nadaban y otros factores.
36% de riesgo
Los autores detectaron que el 36 por ciento de los niños expuestos a piscinas al aire libre o cubiertas antes de los 2 años ya habían tenido bronquiolitis, a diferencia del 24 por ciento del resto de los niños.
En los menores que sólo habían usado piscinas cubiertas más de 20 horas antes de los 2 años, el riesgo de bronquiolitis fue 3, 5 veces mayor que en los que nunca habían estado en una piscina con cloro a esa edad.
Doble riesgo al aire libre
En tanto, los chicos que habían transcurrido ese tiempo en una piscina al aire libre mostraron el doble de riesgo de contraer una infección pulmonar.
No hubo diferencias significativas en las tasas de asma y alergias entre los bebés nadadores y no nadadores. Pero al analizar exclusivamente al grupo que había experimentado bronquiolitis, el equipo vio que sólo los nadadores tuvieron más riesgo de generar asma y alergias respiratorias.
15% desarrolló asma
El 15 por ciento de los bebés nadadores que había tenido la infección, más tarde desarrolló asma. Eso, a diferencia del 4 por ciento de los nadadores que no la habían sufrido. Los mismos números se registraron para la rinitis alérgica estacional.
Es "muy probable" que la irritación de las vías aéreas que producen los derivados del cloro aumente la vulnerabilidad de los bebés a la bronquiolitis. Por lo tanto, la infección y la exposición crónica al cloro "interactuarían" para elevar el riesgo infantil de suscitar asma y alergias a futuro.
FUENTE: European Respiratory Journal,