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Obsesionado con su apariencia, Kürten solía vestir bien, andar perfumado e incluso maquillarse. Lo que nadie sabía, era que tras esa máscara de normalidad se ocultaba un homicida sexual, que pasaría a destacar en la crónica negra como uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna.
El 26 de Mayo de 1883 nace Peter Kürten, más conocido como "El Vampiro de Düsseldorf". Este asesino es considerado por los especialistas como uno de los más sádicos de la historia del crimen. Sus asesinatos, por un momento, llegaron a opacar a los del mismísimo "Jack el Destripador".
Peter crece bajo el cuidado de una madre sin carácter y un padre alcohólico, violento y pedófilo, que abusaba de una de sus hermanas. Como eran pobres, el pequeño Peter observa todas las noches dichos abusos, ya que toda la familia dormía en una misma pieza. Al poco tiempo, deja su hogar para alejarse de las palizas y comete su primer asesinato... y por partida doble. Contando sólo con 9 años, empuja a un niño de 5 años a un lago para que se ahogue, cuando otro de la misma edad trata de rescatarlo, repite el procedimiento y los observa morir. Comienza a trabajar en una perrera a los 14 años, y ayuda a eliminar a los perros vagos... esto le resulta placentero, y comienza a tener sexo con los animales mientras los degolla con un cuchillo antes de acabar ya que, según él, los borbotones de sangre le producían placer sexual.
Con 17 años, Kürten es detenido durante 2 en una cárcel por diversos robos. Allí es donde afloran sus fantasías más bizarras y degeneradas con respecto al sexo y la satisfacción en general. Fantaseaba con causar grandes desastres... colocar bombas en donde muriera mucha gente... repartir chocolates con arsénico o descarrilar trenes, sabotear puentes y producir incendios.
Cuando sale en libertad se dedica a incendiar todo lo que puede y da libertad a su naturaleza pirómana. Por ese entonces descubre que cada incendio que provocaba, le ocasionaba un orgasmo, por lo que trata de hacerlo con frecuencia... no una, sino casi 3 veces por noche. Al mismo tiempo, comienza una serie de asesinatos, estrangulando, violando y destrozando con un hacha los cuerpos.
Luego de desertar del ejército, Kürten es nuevamente encarcelado. Una vez libre, cambia su comportamiento visceral, por uno más cauto. Vestido elegantemente, entiende que pasa más desapercibido, y contrae matrimonio; sin embargo sus crímenes se tornarían más salvajes y desquiciados.
Solía atacar a mujeres indefensas y jóvenes, pero los hombres tampoco escapaban a su furia asesina. Mientras violaba, solía degollar con una tijera y en algunos casos, echaba petróleo a sus víctimas para quemarlas y procurarse un segundo orgasmo. También utilizaba cuchillos y martillos... mientras más sangre brotara, más excitantes se tornaban para él sus crímenes... destripamiento, necrofilia, voyerismo, fetichismo, piromanía, canibalismo y vampirismo eran su carta de presentación.
La población Alemana estaba temerosa. Los bestiales asaltos del "Vampiro de Düsseldorf" no dejaban indiferentes a nadie. Como si fuera poco, empezó a dejar cartas en donde dibujaba mapas para encontrar los cuerpos, sembrando el terror en la población.
No había pasado ni una semana desde su último asesinato, y Peter intenta violar y matar a una chica a la cual había abordado cerca de su propia casa. La lleva al bosque, y esta le implora por su vida al darse cuenta de las intenciones del hombre. Curiosamente, Peter accede a la petición, dejándola ir con algunas magulladuras. La chica escribe una carta a una amiga, contándole lo ocurrido. Finalmente, Kürten, es acusado de intento de violación, pero cuando van a detenerlo, no se encontraba en casa y su esposa se entera de esta "doble vida"... sin embargo nadie sospechaba que se trataba del asesino que tenía horrorizada a Alemania. Cuando Peter vuelve a su hogar, le confiesa a su esposa sobre aquel intento de violación. Esta comienza a llorar amargamente, pues su situación económica era bastante complicada, y con su marido en la cárcel, todo empeoraría más. Nunca se sabrá el porque del actuar de Kürten, pero esa misma noche decidió contarle TODO a su esposa. Narró cada uno de sus asesinatos a su mujer, la cual no podía creer lo que oía, y Peter le propuso que lo entregara a las autoridades para cobrar la recompensa que había por su captura, de esa forma, no quedaría tan desamparada. Así fue como Peter Kürten fue detenido el 24 de Mayo de 1930, frente a una iglesia, en donde lo esperaban su esposa y unos policías.
Se le acusó y juzgó formalmente por 9 asesinatos, pero lo cierto es que Peter había cometido más de 80. Fue sentenciado a 9 penas de muerte.
Antes de ser guillotinado, se mostraba muy entusiasmado ante la idea de que cuando le cortaran la cabeza, quizás por unos segundos, escucharía su propia sangre brotando a borbotones.