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Fausto Antonio Genao A raíz de la suspensión del fiscal adjunto Isidro Pérez Poche involucrado en una supuesta operación de soborno, quiero pedir disculpa públicamente a un oficial de apellido Fortuna a quien se quiso de forma soterrada, con alevosía y mala fe involucrar sobre la desaparición de 27 mil pesos de un total de 45 mil que sería utilizado como cuerpo del delito, para apresar al suspendido funcionario del tren judicial. Parte de la reseña periodista dice:"Al no encontrársele el dinero a Pérez Poche, las autoridades detuvieron la yeepeta que conducía Walan Santana, tras desinflarle una goma de un tiro, y encontrándose en su interior la suma de 18 mil pesos, de 45 mil que habían sido entregado. Santana dice que el dinero estaba completo y que desconoce como desapareció el resto". Un primer teniente de apellido Fortuna y que participó en el operativo de la detención de Walan Santana se encuentra arrestado según trascendió y negó haber sustraído el dinero. En ese sentido admito que fue en el departamento de Investigación de Crímenes y delitos de la Policía con asiento aquí, que se nos dio la información a Ramón Read director de la página digital Villanoticia.com y quien suscribe que el oficial estaría arrestado para fines de investigación. No es de extrañar que esa situación acontezca en el seno de una institución como la policía nacional, que sus principales componentes es decir sus miembros se tiren las cajas y los cajones uno a otros sin importar quien caiga en el camino. Los grupos que interactúan a los interno de esa institución no le importa el pasado, presente o porvenir de sus compañeros, más aún si no son de su entorno, y lo que es peor, el ascenso policial para algunos es de regocijo y para otro es de malestar. En el caso que nos amerita, el caso del teniente fortuna, al pedir disculpa a sus amigos, familiares, esposa e hijos que se vieron afectados con la información publicada, solo me queda decir que lo lamento, que no fue intención de afectar honra y que fuimos utilizados como espigas sin tallos. Mis más sentida disculpa al teniente Fortuna, esperando que con esta disculpa públicamente vuelva a reunificarse el lazo de amistad que nos unías ante de tan lamentable incidente.