Qué tendrán aquellas colecciones limitadas que tanto nos atraen. Cuando el fundador de L´Occitane, Oliver Baussan, se une con el maestro pastelero, Pierre Hermé, el resultado es una colección que bien podría saborearse. Se inspira en las tierras mediterráneas y la isla de Córcega, lugares que gustan a ambos y el resultado son tres líneas que no dejan indiferente a nadie.

La dulzura y el temperamento del jazmín y el neroli

Se trata de una línea floral muy femenina con notas chispeantes de limón, petit grain, baya rosa, jazmín, flor de naranjo, neroli y siempreviva salpicado con notas amaderadas y almizcladas. Además de la fragancia cuya caja redonda recuerda a las antiguas sombrereras, encontramos un gel de ducha, un velo de leche de cuerpo, polvos brillantes para el cuerpo, jabón perfumado, crema de manos y bálsamo de labios.

La alegría y el equilibrio del pomelo y el ruibarbo

La línea está centrada en el pomelo y el ruibarbo, el limón y el ciprés, el clavo, la nuez moscada y el cedro. Se compone de gel de ducha, velo de leche de cuerpo, crema de manos, bálsamo de labios y jabón perfumado.

La miel dorada se cristaliza sobre la mandarina

La última línea no es tan completa como las anteriores sino que únicamente está formada por un bálsamo y una crema de manos que asocian notas típicas de la miel de la región, la mandarina y la siempreviva con toques de azúcar batida y almendra y toques balsámicos de benjuí.

Las dos primeras líneas huelen muy diferente pero son olores muy auténticos por lo que me es imposible recomendar una y no la otra. Las hidratantes corporales se absorben muy bien y dejan la piel elástica y bien hidratada. Y respecto a las cremas de manos, son un cosmético imprescindible ahora en invierno y más en este formato, por lo que las voy a aprovechar hasta el final del envase os lo aseguro.

Puede ser una buena opción regalo para estas Fiestas ya que además de buenos productos, los envases son bonitos y bien originales. Los productos L´Occitane son geniales para montar un spa en casa.